Nunca tuve orientación ni cursos para aprender a escribir; creo [que] el gusto por leer me lo facilitó y de ver a mi papá leer tomé el placer por hacerlo.” Alejandra Franco Cruz cursa el cuarto semestre en la Licenciatura en Comunicación de la UIC. Participó en la cuarta edición del concurso La crónica como antídoto: las dimensiones del ocio organizado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCU Tlatelolco). Se enteró por medio del profesor Edgar Rodríguez Galindo de la asignatura de Periodismo Escrito, quien, al final del semestre pasado, le informó del concurso y la animó a participar. Ella no se sentía segura de hacerlo, “no me creía apta, lo estuve pensando mucho, le comenté a mi novio y a otras personas, y me dijeron que no tenía nada que perder; gracias a esto decidí participar”.
Escribió la crónica y sintió que no había quedado muy bien, se la dio al profesor Ricardo Romero Uscanga, también de la carrera en Comunicación, para que le diera su opinión, él la leyó y le dio el visto bueno para que la enviara. La mandó un día antes de que cerrara la convocatoria. Después de eso, ya no quiso darle importancia, hasta que, un día, estaba comiendo con sus papás en Coyoacán y recibió una llamada de los organizadores quienes le preguntaron cosas acerca de su escrito. Tres horas después, publicaron los resultados: de entre 51 trabajos que concursaron, Alejandra ganó mención honorífica. “Les conté a mis profesores que saqué la mención y les dio mucho gusto porque es un buen reconocimiento”.
La premiación fue hace dos semanas en el CCU Tlatelolco. Junto con un diploma, le otorgaron una beca para tomar un curso de crónica para perfeccionar el género.
Alejandra primero entró a estudiar la carrera de Diseño Gráfico, pero no le gustó. Le gustaba la fotografía pero “mis papas me pidieron que cursara una carrera”, así que investigó y la licenciatura que más se acoplaba a sus intereses era Comunicación. Desde niña le gustó escribir; con el tiempo, algunas personas leyeron lo que escribía y la alentaron para seguir haciéndolo, pero nunca lo tomó en serio hasta que entró a la licenciatura y el profesor Edgar los hizo escribir en su clase, ahí comprobó que sí le gustaba hacerlo y también que le gusta leer mucho.
Ha publicado en los blogs Crónicas de Asfalto y Feminopraxis, también cubre y hace crónicas de eventos.
Los profesores de la UIC le dieron las herramientas y el apoyo para escribir, la ayudan dándole confianza y retroalimentación. Ganar esta mención honorífica le hizo saber que es una persona con talento y le aportó seguridad, se hizo más consciente de su habilidad. A partir de ese logro hubo un cambio en ella “creo es una señal para saber que me puedo dedicar a escribir, quiero publicar más cosas. Estoy pensando en intentar llegar al FONCA”.
La Escuela de Comunicación felicita a Alejandra por este logro.
Si quieres conocer más del trabajo de Alejandra, consulta su trabajo en:
https://feminopraxis.com
Autoras: Prudencia Hernández y Rocío Villaseñor, docentes de Tiempo Completo de la Escuela de Comunicación