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septiembre 6, 2016

Hace unas semanas, la directora académica de la Licenciatura en Diseño Gráfico, maestra Eva Álvarez Tostado, junto con su esposo, el diseñador Heriberto Licea, efectuaron una visita a La Casa del Abuelo en donde, al conocer los dibujos de uno de los habitantes llamado Alfredo, decidieron apoyarlo y realizar una exposición de sus obras, la cual fue inaugurada el pasado 23 de agosto de 2016.

Don Alfredo; Tere Arellano, directora de La Casa del Abuelo, Mtra. Eva Álvarez y Heriberto Licea
Don Alfredo; Tere Arellano, directora de La Casa del Abuelo; Mtra. Eva Álvarez Tostado y Heriberto Licea

Alfredo Nava Segura, de 72 años, sufrió un EVC (evento vascular cerebral) en 1999. Ingeniero egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), su vida, hasta ese entonces, consistió en desarrollar su profesión en distintas empresas nacionales. Gracias a ello, viajó por el mundo, sobre todo a Asia, donde la electrónica y las comunicaciones (su área profesional) comenzaron a despuntar a fines del siglo XX. Hoy, es un integrante más de La Casa del Abuelo, recinto que, más que hospedar, se ha convertido en un lugar de encuentro y convivencia familiar donde la inspiración cristiana y las terapias ocupacionales han mostrado emotivos ejemplos que nos hacen valorar nuestras vidas.

Alfredo perdió la capacidad de hablar de forma fluida, pero con las terapias ha recuperado cierta forma de comunicación y, de manera sorprendente, ha desarrollado la habilidad de dibujar, a pesar de que nunca lo había hecho. Ahora, ante su discapacidad, encontró en la pintura una forma de expresarse y comunicarse con su entorno. En algún momento, se hizo de un cuadernito y, con lápices de colores y plumones, empezó a copiar algunas postales y, con el tiempo, a plasmar sus recuerdos.

Los huéspedes de La Casa del Abuelo pudieron apreciar las obras de Alfredo
Los huéspedes de La Casa del Abuelo pudieron apreciar las obras de Alfredo

Con un colorido vivo y un impresionante sentido de la composición, las obras expuestas en La Casa del Abuelo ilustran los viajes de don Alfredo por Hong Kong, China, París; su gusto por el mar y, en especial, un ser entrañable: su nieto Balam, quien lo visita de forma esporádica pues vive en otra ciudad.

Alfredo nos dice poco en palabras; sin embargo, lo que nos comparte habla más que mil de ellas: su vida ha cambiado, mas su espíritu sigue fuerte, pujante e indomable, buscando nuevas formas de transmitirnos sus experiencias, sus valores personales y familiares, plasmando en sus dibujos “Una experiencia de vida”.

Obras expuestas del Ing. Alfredo Nava Segura

Obras expuestas del Ing. Alfredo Nava Segura

Información y textos: Mtra. Historiadora del Arte, Áurea Maya, docente UIC y Heriberto Licea, diseñador gráfico y fotógrafo, ex docente UIC

Fotografías: Heriberto Licea

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