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La escuela del futuro es la que estamos construyendo
Docentes de la Dirección de Posgrados en Ciencias para el Desarrollo Humano comparten para la revista digital Expansión política, el propósito y algunas de las conclusiones publicadas en la reciente colección de cuadernos “La escuela del futuro es la que estamos construyendo».
La pandemia cambió lugares, formas de la educación y prácticas docentes: la presencialidad física y la presencialidad sincrónica deberán convivir a partir de ahora.
Ramiro Gómez Arzapalo y José Manuel Martínez
Los sistemas educativos a nivel mundial siguen viviendo la crisis sanitaria de la COVID19. Aunque la vuelta presencial a las escuelas comienza a retomarse, el cambio de paradigma de la presencialidad física a la presencialidad sincrónica mediante la virtualidad, y al trabajo a distancia en diversas plataformas, no tiene vuelta atrás.
Durante estos dos años, la tecnología se hizo presente con más fuerza en la educación y las exigencias de la nueva realidad pusieron de manifiesto que, a las desigualdades sociales, había que sumar la brecha digital, no solo de estudiantes, sino de docentes y administrativos.
Ante este escenario surgió la colección “La escuela del futuro es la que estamos construyendo” coordinada desde la Dirección de Posgrados en Ciencias para el Desarrollo Humano de la Universidad Intercontinental (UIC), con el propósito de reflexionar sobre los desafíos de la educación desde una mirada pedagógica, antropológica, epistemológica y didáctica, sin olvidar los entornos de aprendizaje, la evaluación, la política educativa y aquellos elementos que hacen posible la reconstrucción de la educación frente a la nueva realidad que nos confronta y desafía.
La colección contiene cuatro cuadernos: Docencia, Entornos de aprendizaje, Evaluación y política educativa y Educación socioemocional, los cuales representan una mirada a la posibilidad de transformación, innovación y re-construcción de la educación, donde la inclusión y equidad deben estar presentes. Compartimos algunas conclusiones de los 21 artículos de la colección, escritos por docentes de la UIC, la UNAM, La Salle, la UPN, la UAEMex y de la Universidad de Los Lagos, Chile.
La pandemia cambia lugares y formas de la educación, y en consecuencia las prácticas docentes también deben cambiar. Una visión de Educación Transformadora implica distintas vías de aproximación humana como lo es la mediatizada por dispositivos electrónicos, si bien distantes en cierto sentido, también más íntimos en otros aspectos. La distancia real y física es evidente, pero la entrada de docentes y estudiantes al ámbito íntimo del hogar del otro, es una nueva realidad sin símil en el período pre pandémico.
El aislamiento social provocado por la cuarentena constituyó un reto inmediato porque las herramientas previas usadas, estaban orientadas a la presencialidad. Ahora nos abrimos al chat, a los entornos virtuales, plataformas, modalidades mixtas, tecnología, comunicación digital, etc. Se hizo necesario reevaluar y revalorar el paradigma del aula como espacio único de educación o al menos, como espacio privilegiado y preferente.
Sin embargo, la falta de acceso a herramientas y recursos tecnológicos, esenciales para los estudiantes, agravó el riesgo inminente de quedar excluidos y aislados del derecho a la educación, especialmente en ciertos sectores con dificultades y adeudos sociales, como las mujeres, en cuestiones de equidad de género y violencia, y los indígenas en materia de reconocimiento intercultural y acceso a oportunidades reales en tecnología y comunicación.
De la mano de estos avatares en perspectiva tecnológica, irrumpen también en la escena educativa temas de un profundo humanismo y visón ética como el cuidado del otro, la educación emocional, los valores, la creación de redes de apoyo y solidaridad.
Al respecto, el papel de los agentes de enseñanza-aprendizaje es interactivo y nunca aislado y tanto una sana interacción entre el estudiante, docentes y personal escolar como la corresponsabilidad dentro del núcleo familiar, son determinantes en el avance o estancamiento del estudiante.
En conclusión, ante los desafíos como la desvinculación entre la parte docente y la administrativa, la desmotivación de los docentes al no ver reflejado su esfuerzo en un adecuado reconocimiento económico y la falta de capacitación del estudiantado en temas tecnológicos, los cuadernos proponen que los planes y programas de estudio sean acordes a la realidad socio-cultural actual; se involucre activamente al estudiante en su propio proceso de autoformación y se tenga presente el humanismo ante las tendencias meramente pragmáticas y tecnocráticas.
Nota del editor:
Ramiro Gómez Arzapalo y José Manuel Martínez. Dirección de Posgrados en Ciencias para el Desarrollo Humano de la Universidad Intercontinental (UIC).
* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional