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Nota

La investigación sobre depresión infantil presenta buen panorama futuro

El tratamiento de la depresión infantil en psicoterapia psicoanalítica, generalmente, se basa en el juego simbólico, el cual se caracteriza por la inclusión de personajes y la actuación de historias y episodios que ayudan al terapeuta a intervenir sobre los síntomas de los niños

Rebeca Flores
16 de enero 2020. 1:30 pm

Con motivo del Día mundial de la lucha contra la depresión, que se celebró el 13 de enero, desde EL MÉDICO INTERACTIVO MÉXICO hemos realizado una entrevista a las terapeutas Alejandra de la Paz y Ana Delgadillo estudiantes del Doctorado en Psicoanálisis de la Universidad Intercontinental (UIC), quienes junto con la Dra. Daniela Flores Mosri, investigadora y académica de la UIC, han realizado una investigación sobre Depresión infantil y los efectos psicoterapéuticos del PLAY system. Ambas son también egresadas de la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica de esta universidad.

Este trabajo se presentó en Bruselas, Bélgica, durante el XX Congreso de la Sociedad Internacional de Neuropsicoanálisis en 2019. Los resultados reportados ante un caso de depresión infantil dejan optimismo en las investigadoras de este proyecto, aunque actualmente el 4% de la población mundial sufre depresión, es decir, se calcula que afecta a más de 300 mil personas en el mundo, según la OMS (2019).

De acuerdo al Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) perteneciente a la Secretaría de Salud,  en México, la depresión en 2019 se incrementó un 8,2% y los estados con mayor número de personas en esta condición son CDMX, Chihuahua, Jalisco, Edomex y Veracruz (en ese orden). Quienes más padecen la depresión son mujeres, jóvenes y ancianos, sin embargo, la Encuesta Nacional de los Hogares 2017 de INEGI señala que el 32,5% de los integrantes del hogar de 12 años y más se ha sentido deprimido; de ellos, el 66,9% se siente deprimido algunas vece al año; el 11,5% mensualmente; el 11,7% cada semana y el 9,9 por ciento, diario.

¿A qué atribuyen el aumento de la depresión en niños en los últimos años, o sucede que antes también era una realidad, pero no se detectaba o diagnosticaba como tal?

La depresión infantil podría estar aumentando debido a los cambios en la estructura familiar que se han experimentado en México en los últimos años. En algunos casos, los abuelos quedan a cargo de los niños y en muchas ocasiones se trata de personas en periodo de adultez mayor que presentan enfermedades o simplemente un vínculo diferente al que pueden establecer los padres con los hijos. El cuidado por parte de terceros en distintas instituciones puede volverse también, en algunos casos, impersonal y poco cálido.

Adicionalmente, se encuentra presión en algunas personas por cumplir un rol familiar o social que hace pensar que tener hijos es una tarea obligatoria en la vida. Existen casos en los que los padres no estaban listos para las responsabilidades implicadas, o bien, que no estaban convencidos de querer tener hijos. Lo anterior puede contribuir a un desarrollo en los niños sin el apropiado acompañamiento emocional, lo cual puede dejarles en necesidad de un acercamiento afectivo con los padres. Los hijos con déficits afectivos tendrán menos herramientas para afrontar situaciones de reto a la autoestima, incluyendo la necesidad de socializar, de enfrentar el fracaso y la frustración, así como la elaboración de duelos ante pérdidas. De tal forma, si el contexto laboral, individual y de pareja de los padres no es apropiado, estos pudieran no tener suficiente disposición para pasar tiempo con sus hijos. La vida profesional suele agotar a los miembros de la pareja parental, dejándoles poco disponibles para realizar diversas actividades con sus hijos, incluyendo el juego.

Derivado de la observación de diferentes casos, podemos hipotetizar que la depresión infantil es un diagnóstico poco aceptado por los padres, debido a que generalmente se sienten responsables del malestar de sus hijos. Aunado a lo anterior, el diagnóstico de depresión infantil representa dificultades, ya que sus manifestaciones pueden ser diferentes a aquellas observadas en población adulta. La falta de diagnóstico, o bien la incorrecta detección de depresión infantil, implican dificultades relevantes para proporcionar la atención pertinente.

¿Cuáles son los factores más comunes que detonan la depresión en los niños?

La depresión es un padecimiento que obedece a la interacción de diversas causas. Destacan los factores genéticos y aquellos derivados del desarrollo y de las experiencias de vida. La pérdida suele ser la causa más clara de la depresión en general, lo cual no sería la excepción en casos infantiles. Toda pérdida requiere de un proceso de duelo que puede no realizarse de forma óptima por diversas circunstancias; en esos casos se inicia un “duelo patológico” que implica la falta de aceptación y/o asimilación de la pérdida, la cual suele manifestarse con síntomas de depresión.

Los niños, mientras más jóvenes sean, requieren de una figura de cuidado en la cual confiar. Si tal persona no está disponible, es ambivalente, o bien rechaza o abandona al infante, este sufrirá de angustia de separación, la cual, a su vez, puede originar trastornos depresivos que implican una cascada neuroquímica caracterizada por falta de motivación, acompañada de sentimientos de desesperanza, tristeza, soledad y desamparo.

Si el niño tiene confianza en su cuidador primario, tendrá  acceso a un desarrollo idóneo. En el caso del apego seguro y el contacto físico que muestra el afecto de los padres, es el más apropiado. Si no hay amenaza o angustia de perder al cuidador, entonces hay pocos elementos que pudieran favorecer la presencia de una depresión.

¿Qué arrojó la investigación que realizaron respecto al uso del llamado ‘juego rudo’ durante la terapia a niños con depresión?

El psicólogo y neurocientífico Jaak Panksepp (1998) propuso la existencia de un circuito neurobiológico de juego rudo (PLAY system), el cual conforma una necesidad instintiva de contacto físico con pares en el que se ejercita la interacción social a partir de tener la experiencia de divertirse en la compañía de otros. Muchos niños en las grandes ciudades tienen pocas oportunidades de jugar en este formato, debido a diversas razones, tales como no contar con espacios al aire libre, o bien, utilizar en exceso los videojuegos e Internet.

El juego rudo consiste en dinámicas, preferiblemente entre pares, de persecución, lucha amistosa y cosquillas entre otras. Para evitar que el juego rudo se torne en una actividad agresiva, se requiere que los participantes ganen un número de veces similar para que el juego siga siendo divertido. Un participante que siempre pierde puede llegar a enojarse y ya no querer jugar. En el tratamiento de depresión infantil durante psicoterapia, se han implementado técnicas similares a las descritas por Panksepp para activar el circuito de PLAY. Uno de los indicadores conductuales más contundentes es cuando este tipo de actividad física se acompaña de risas de los participantes.

¿Cómo se da el juego rudo en la terapia psicoanalítica?

Las psicoterapias de orientación psicoanalítica utilizan lo que llamamos “transferencia”, es decir, el terapeuta se presenta en un papel de relativa neutralidad para que los pacientes puedan proyectar sobre su figura, los patrones de relación que suelen establecer con personas relevantes de su vida.

Lo anterior significa que, por momentos, los pacientes pueden atribuirnos características afectivas de sus figuras paternas, hijos, amistades, parejas, etc. La transferencia nos permite identificar lo que ocurre con diversas personas en la vida psíquica de los pacientes. De tal forma, en el caso de la modificación por inclusión de PLAY, la apuesta fue que la terapeuta jugara el rol de un par para poder tener acceso a la activación neuroquímica del circuito de juego rudo, lo cual se orientó por las conductas entre el paciente y la terapeuta. Naturalmente fue muy importante cuidar que el niño no la viera como un par formal. La idea fue, que a partir de las interacciones novedosas para el paciente, este supiera cómo jugar y convivir con sus pares, extendiendo los logros de las sesiones hacia su vida ordinaria, por ejemplo, en la escuela.

¿Es posible ahondar en los resultados con juego ruedo versus sin este?

El tratamiento de la depresión infantil en psicoterapia psicoanalítica generalmente se basa en el juego simbólico, el cual se caracteriza por la inclusión de personajes y la actuación de historias y episodios que ayudan al terapeuta a intervenir sobre los síntomas de los niños. Una de las dificultades encontradas en niños con depresión infantil es que pueden no tener motivación para el juego simbólico. Tal situación se presenta como un contexto en el cual el juego rudo puede contribuir a generar la experiencia de alegría al jugar con un(a) terapeuta. De tal forma, el juego rudo puede ser utilizado para alcanzar la posibilidad de establecer el juego simbólico tradicional de las psicoterapias infantiles.

Los resultados hasta ahora observados han sido contundentes en cuanto a cambios rápidos en los niños con depresión, mostrando motivación y alegría durante sus sesiones de juego rudo. Nos encontramos explorando las modificaciones a la técnica a mediano plazo, sin embargo, nos mostramos optimistas ante los cambios inmediatos de los niños, confirmando la propuesta de Panksepp. El juego rudo es una necesidad instintiva que no es exclusiva de la infancia. Aprender más sobre sus potenciales aplicaciones terapéuticas puede ayudar al sufrimiento de una amplia población que padece de trastornos depresivos.

¿Podrían compartir un poco más del caso sobre el cual realizaron la investigación?

Se trata de un varón de 9 años. La depresión se debió a que desarrolló un estilo de apego inseguro con  sus primeros objetos, lo cual dificultaba la generación de vínculos seguros. Esto se vio recrudecido por diversas pérdidas, a lo largo de su vida, sobre todo de las personas que lo cuidaban y hacia quienes se sentía apegado. Además, ha estado bajo situaciones de gran ansiedad debido al cambio de circunstancias de vida que lo rodean. Dichos factores lo han hecho desconfiar del mundo, de quienes lo rodean y de sus propias capacidades para salir adelante.

Fuente: https://elmedicointeractivo.com/la-investigacion-sobre-depresion-infantil-presenta-buen-panorama-futuro/

Link: http://esnoticiahoy.com/2020/01/15/avances-en-la-investigacion-de-practicas-terapeuticas-para-atender-la-depresion-infantil/

 

 

* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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