Escrito por: Angelica Monroy

marzo 9, 2022

El miércoles 9 de marzo tuvo lugar, vía Facebook Live, el webinar “La sinodalidad: una nueva manera de hacer misión”, organizado por el Instituto Intercontinental de Misionología en conjunto con la Coremag de Misioneros de Guadalupe AR.

Fungieron como ponentes el padre Mario Ángel Flores Ramos (Arquidiócesis Primada de México), el padre Eloy Bueno de la Fuente (Diócesis de Burgos, España) y monseñor José Armando Álvarez Cano (Diócesis de Tampico); el padre Sergio César Espinosa (Misioneros de Guadalupe) fue el moderador.

Primeramente, comentaron que la sinodalidad hace referencia a caminar juntos, lo cual es relevante porque es el “fruto maduro” de un proceso propuesto por el papa Francisco y aunque es un concepto nuevo, está inscrito desde las primeras comunidades cristianas. Asimismo, se precisó el término para diferenciarlo de otros dentro de la Iglesia, como el de sínodo. La sinodalidad es un modo de ser Iglesia que abarca desde los pastores hasta los laicos, es ser sensibles e incluyentes, corresponsables, pues todos estamos llamados a la misión.

La sinodalidad ofrece una concreción de la palabra comunión la cual es vivida por personas concretas, plurales y distintas y se trata de armonizar las diferencias para que hablemos de una Iglesia armónica. La misión está a nuestro alrededor y, como Iglesia latinoamericana, es una experiencia que enriquece a la Iglesia universal. También, se señaló que el Concilio Vaticano II es la fuente de todas estas ideas.

Por otra parte, se dijo que las repercusiones para la misión ad gentes se reflejan en la conversión pastoral y también de algunas de las estructuras, como la Comisión Teológica que debe contar con pluralidad en el pensamiento teológico. Se debe ir con el sentido de saber escuchar y comprender para desde ahí evangelizar y llevar la tarea misionera de la Iglesia, evangelizar más con el testimonio; es decir, dar con nuestra propia vida la comunicación del Evangelio. Se trata de involucrar a todo el pueblo de Dios en las misiones y reconocer la pluralidad de formas de vivir y la fe de tantos pueblos, de la inculturación. La Iglesia debe mantener siempre su visión universal.

Con la sinodalidad se habla de encontrar juntos un camino, una fraternidad humana, ante muchos de los problemas que el mundo está enfrentando hoy. Ante esto, la Iglesia debe ser más abierta, más empática y con capacidad para dialogar, con respeto, desde su propia identidad.

Finalmente, se habló de la empatía que deben tener las universidades de inspiración cristiana facilitando la cultura del encuentro. No deben perder su identidad cristiana y, al mismo tiempo, deben desarrollar la capacidad científica y tecnológica, tender puentes con otras instituciones, crear alianzas y ser espacios de encuentro para dar testimonio de la fe. Es necesario que proyecten una conciencia crítica de la vida de la Iglesia y del mundo, deben “palpitar” con la Iglesia.

* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional