Autor UIC

Escrito por: Mtro. En Arq. Daniel Eulogio García Flores
Docente de la Licenciatura en Arquitectura
mayo 3, 2018

En días pasados, los estudiantes de segundo semestre del curso de Estabilidad en Estructuras, de la Licenciatura en Arquitectura, se enfrentaron al reto de resolver una estructura auto-portante, únicamente con barras y el elemento que las une llamado “nodo”. Para ello, tomaron como ejemplos el domo y las cubiertas de la terraza de la cafetería y de la explanada del edificio América, revisaron, midieron y diseñaron propuestas de nodos.

La característica de este sistema constructivo es que, a diferencia de elementos sólidos como es el concreto armado o las vigas de acero, las estructuras espaciales están compuestas por barras que pueden ser perfiles tipo tubular que podemos ver en armaduras de cubiertas de centros comerciales, auditorios o espacios deportivos techados.

Una de las ventajas de esas estructuras estriba en que son muy ligeras, ya que su resistencia no se da por la acumulación de material, logrando cubrir espacios muy grandes sin apoyos intermedios. El principio fundamental es que están resueltas por una configuración triangular, resaltando que el triángulo es la figura indeformable; al formarlos con barras, queda un espacio que no hay que rellenar con material y, por lo tanto, sólo hay aire.

Con esta práctica, los estudiantes experimentaron algunos de los problemas que pueden suscitarse en el montaje de una estructura. Comprobaron por ellos mismos la resistencia que se consigue al unir todas las barras con los nodos, y al igual que un sistema de varios elementos unidos, constataron que tales estructuras pueden ser más fuertes.

Finalmente, la organización del trabajo en equipo, la colaboración y convivencia durante la práctica, contribuyó en gran medida a que los alumnos forjen su carácter como futuros arquitectos.

 

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