En días pasados, se presentó por primera vez vía online la Banda de rock UIC lo cual representa el lanzamiento de una serie de tres videos que llevan el nombre de «Rock de verano UIC en casa», los cuales se elaboraron durante el verano; por ello, presentamos la reseña de una de las integrantes del grupo acerca de esta experiencia:
“Durante esta cuarentena, muchas actividades se detuvieron. Dejamos de asistir a la escuela y a las oficinas, tuvimos que cambiar nuestra vida de manera radical. Pero el arte no para, por lo tanto, nosotros, como grupo artístico representativo de la Universidad Intercontinental, decidimos continuar con nuestras actividades y canalizar toda nuestra energía a través de la música. Junto con mis amigos de la banda: Alejandra Garrido (vocalista) de la Licenciatura en Comunicación Digital; Sofía Ávila (tecladista) de la Licenciatura en Traducción; América Basurto (baterista), docente UIC; Rodrigo Lira (guitarrista) exaUIC y yo, Lillian Soriano (bajista) de la Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación, nos organizamos con la ayuda del director de la Banda de Rock UIC, Israel Reyes, para traer a la comunidad UIC un cover de la canción “The less I Know the Better” de la banda australiana de neo-psicodelic fundada en 2007 Tame Impala.
Cada que llegaban los martes y los jueves me sentía feliz sin importar lo pesadas que estuvieran las clases; apenas llegaban las tres de la tarde, me emocionaba reunirme con mis amigos de la banda en el camerino del Auditorio Fray Bartolomé de las Casas para hacer música y olvidarme de mis problemas por tres horas. Si tuviera que describir mi experiencia dentro de este proyecto con una sola palabra definitivamente sería “Aventura”. Esto porque fue algo totalmente nuevo, nos tomó por sorpresa, nadie de nosotros sabía cómo nos íbamos a enfrentar a esta situación no sólo como estudiantes y docentes, sino como músicos. Fue muy repentino separarnos, sin saber cuándo nos veríamos de nuevo, pero aún así no dejamos que los malos tiempos nos desanimaran y así fue como surgió la idea de grabar canciones a la distancia. La dinámica y organización fue muy similar a como la veníamos trabajando: decidir qué vamos a tocar y cómo lo vamos a hacer; sólo que esta vez contábamos con el factor de la tecnología que, dependiendo de la situación, podía ser una ventaja o un obstáculo.
Lo primero que pensé fue “¿Cómo voy a hacer esto?” ya que no contaba con el equipo necesario para hacer una grabación de audio de buena calidad; también, mi bajo tenía una pieza perdida por lo cual no lo podía usar con correa y a fuerza necesitaba estar sentada al tocar. Estoy segura de que mis amigos se enfrentaron a este tipo de problemáticas, algunas muy graciosas, como que se te caiga el celular cuando estabas grabando, que pase el del fierro viejo, que algún perro ladre o que tu mamá entrara a tu cuarto sin avisar para decirte que la comida estaba lista.
En estos tiempos difíciles es cuando más necesitamos apoyarnos y, aunque sea a la distancia, seguir bromeando y haciendo lo que más nos apasiona juntos, pues, es una forma de seguir adelante, saber que, aunque no nos podamos ver físicamente, no estamos solos. El arte es importante y difundirlo, aún más; es por eso que me siento feliz de que a la gente le haya gustado nuestro trabajo y, formar parte de este grandioso grupo representativo, sin duda, es de las cosas que siempre llevaré conmigo y que recordaré con muchísimo cariño”.