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mayo 17, 2016

El Comité de Responsabilidad Ambiental de la Universidad Intercontinental reafirma su Orientación Social y propone algunas acciones que puedes realizar para reciclar los diferentes tipos de desechos:

Desechos orgánicos. Se refiere a los residuos biodegradables, es decir, los que tardan poco tiempo en descomponerse. Algunos desechos orgánicos son sobras de alimentos, café y té, residuos de jardinería. Son muy valiosos para elaborar composta con el fin de fertilizar jardines y cultivos en general, por ello es imprescindible desecharlos en un contenedor exclusivo orgánico.

Plásticos. Son aquellos que están hechos de materiales sintéticos a partir de derivados de petróleo. Se usan de manera industrial y doméstica; por ejemplo, tuberías, envasados para alimentos, detergentes y juguetes. Debe reducirse al máximo la compra de plásticos como el poliestireno (unicel), el PVC, bolsas no biodegradables, pues son difíciles de reciclar, pueden ser tóxicos, dañar de manera directa el océano y la fauna, y finalmente tardar cientos de años en desaparecer. Los plásticos que pueden reciclarse con mayor facilidad son el PET, el HDPE, el LDPE y el PP. Recomendamos unirse a campañas —como Di no al popote— que realizan algunos restaurantes y asociaciones civiles.

Papel y cartón. Son algunos derivados de la mezcla de celulosa de los árboles, agua y materiales químicos para su blanqueamiento. Algunos ejemplos son cuadernos, libros, revistas, cajas, folletos, tubos y adornos. No basta con que la marca asuma ser verde sólo porque indica que el papel es reciclable; es necesario que el papel se haya reciclado, pues esta industria es la primera consumidora de madera en el mundo.

Aceite comestible. Es la grasa de origen vegetal como oliva, palma, canola, girasol o maíz. Este producto es un gran contaminante de los ríos, pues impide la oxigenación del agua y la entrada de rayos del sol, y, así, reduce la vida en estos cuerpos de agua. Por ello debe evitarse tirarlo por el desagüe; el aceite comestible puede recolectarse y llevarse a centros especializados que podrán convertirlo en jabón, fertilizantes, combustibles para automóviles o Biodiesel. La forma de reciclarlo es guardarlo en una botella plástica y llevarlo a un centro de acopio especializado, como Reiol México y United Tallow.

Eléctricos y electrodomésticos. Se refiere a aquellos aparatos que requieren energía eléctrica para funcionar, y que se utilizan para actividades de la vida cotidiana como aspiradoras, computadoras, microondas, televisiones, reproductores de audio y video, teléfonos, consolas y cámaras fotográficas. Es imprescindible llevarlos a un centro de acopio y no tirarlos directamente en el basurero. Su reciclaje se realiza por medios mecánicos y un gran porcentaje puede convertirse en materia prima. Puedes encontrar centros de acopio en tu ciudad como ProAmbi.

Pilas y baterías. Son objetos que generan energía para el funcionamiento de aparatos electrónicos gracias a sus componentes metálicos; por ejemplo, pilas de litio, alcalinas, de botón, baterías para celulares, para cámaras fotográficas, y más. Tirar estos dispositivos en los contenedores comunes trae graves consecuencias para los seres vivos. El reciclaje de estos materiales consiste en su trituración para recuperar los metales y fabricar otros productos. Este proceso es caro, por eso recomendamos utilizar pilas recargables.
Realizar estas acciones sencillas puede reducir la contaminación de agua, aire y suelo, salvar recursos naturales y, en general, beneficiar al planeta y a todos sus habitantes. Es un hecho que nos estamos dañando por nuestro estilo de vida consumista, pero ésta es una oportunidad para comenzar a marcar un cambio.

* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional