Ciencias Sociales

Escrito por: Guillermo Ángel De Gante H.
Docente de la Licenciatura en Diseño Gráfico
mayo 26, 2023

El dibujo y el Diseño Gráfico

Si consideramos al Diseño Gráfico como “arte por encargo”, debido a su naturaleza verbo-icónica, el tema del dibujo constituye un núcleo de discusión importante. A partir de ello, se establece que el diseñador no es un artista visual. No obstante, recordemos lo que las artes visuales han aportado a la construcción de imágenes, incluso, desde antes de la fotografía.

Particularmente, el dibujo se refiere al plano de la configuración, es decir, a dar forma a una idea y a materializarla. Esto se debe a que en el diseño industrial se requiere la realización de modelos y prototipos para su producción en serie.

En el ámbito del Diseño Gráfico, la importancia del dibujo se sitúa en la producción de mensajes visuales para complementar los textos escritos. Por ejemplo, el cartel muestra el valor del dibujo en diferentes etapas del proceso creativo, ya que antes del boom digital se dibujaba a mano alzada. Asimismo, el diseño tipográfico y el de identidad gráfica han evidenciado al dibujo como sustento de la actividad proyectual.

La ilustración, entendida como una modalidad de diseño gráfico, es otro canal donde la creación de imágenes es determinante, pues éstas deben ser adecuadas para diversos soportes y difundidas de forma masiva.

La concepción del dibujo en la escuela de Diseño Gráfico

Destaquemos los trabajos de los docentes desde la fundación de la escuela de Diseño Gráfico, en torno a la concepción del diseño como acción retórica. En ese momento, Antonio Rivera formuló que:

“el dibujo es un instrumento del pensamiento y que las acciones del dibujante son guiadas por su estructura cognitiva, ya sea de forma consciente o inconsciente”.

A mi parecer, se refería a que el dibujo como actividad natural deriva de lo que se conoce y se manifiesta en el pensamiento visual, como primer estadio de representación. Esto incluye imágenes de lo conocido, pero también ideas abstractas aunque no se hayan visto, es decir, que surgen de la imaginación. Posteriormente, sigue la intención de conocer y apropiarse de algunos elementos de la realidad visible (la representación como modo de apropiación), aunque como diseñadores el dibujo sigue a una intención particular: el registro de ideas para convertirlas en conceptos gráficos significativos.

De aquí se desprende el carácter iconoplástico de la imagen, del cual el componente icónico corresponde a la pregnancia y el plástico corresponde a la expresión, forma, color y textura que recae en la estética y persuasión de la imagen.

Dibujo natural

Posteriormente, nuestro académico, Antonio Rivera, cita que

“el dibujo es el instrumento que nos permite pensar en la forma, pero su función no se reduce sólo a reproducir la realidad”.

Cabe aclarar que dibujar constituye un proceso de abstracción complejo, aunque se considere un dibujo natural como “plataforma de despegue”, para comprender los conceptos principales de cualquier técnica de dibujo. Dichos conceptos como envolvente, estructura y proporción son constantes en cualquier tipo de dibujo, derivado o no de la observación de la realidad tridimensional para interpretarla en dos planos.

Es importante señalar tres momentos del proceso del dibujo como pensamiento visual, en general, y, en consecuencia, en el Diseño.

  1. El primer momento que surge es como monólogo. El dibujante, observa y realiza operaciones mentales para interpretar las formas que percibe en una ejecución “simple”. Convierte las formas en una relación fondo-figura, donde el contorno o la línea es definitivo para esa comprensión bidimensional. Ello aplica en experiencias de dibujo “natural” o de imágenes mentales.
  2. Después como diálogo con un interlocutor par. El ejecutante presenta una idea sobre un concepto de diseño a concretar y lo discute para proyectarlo en imagen: fotografía o ilustración (análoga o digital).
  3. Finalmente, la realización material y la toma de decisiones de carácter icónico (estilo visual), según su función como imagen comunicativa y el carácter plástico del contenido, será reproducible y vigente para la sensibilidad del receptor dentro de su sistema de creencias y modos de recepción.

El dibujo en la Academia

Existen dos posiciones respecto al dibujo dentro del currículo académico para la formación de diseñadores profesionales.

La primera es la expresión por la expresión misma. Aquí la apuesta expresiva consiste en una actitud de tipo catártico donde el alumno ve e interpreta, pero sin una sintaxis visual.

La segunda es la postura opuesta dirigida de manera acotada al “por qué y para qué”, lo cual es favorable en el plano de lo mediático. No obstante, aquí el dibujo será una actividad mecánica y limitada.

Hay una última posición respecto del dibujo, la cual es la ausencia, porque dibujar ya no corresponde al perfil de un diseñador que piensa visualmente más allá de la máquina.

La problemática es que el estudiante no podrá desarrollar ampliamente ni su pensamiento abstracto ni su sensibilidad, ya sea por la observación o por la imaginación. Entonces, nos queda reflexionar acerca de la postura del académico al ejercer la acción del dibujo como parte del proceso de diseño para la comunicación visual. Asimismo, debemos considerar que en una sociedad del espectáculo nos rebasa la sobreestimulación visual, lo que hace que los estudiantes se saturen de efectos especiales.

El Diseño Gráfico en otros ámbitos

Actualmente, el diseño gráfico ha rebasado el aspecto editorial y gracias a las nuevas tecnologías se ha extendido a los ámbitos de multimedia o animación. Otras perspectivas que conocemos son:

a.-La de considerar al diseño como la “acción de embellecer” a un producto determinado.

b.-La realización del “arte” como jerga en algunos ámbitos del diseño para referirse a la parte estética de un producto.

c.- Desde mi punto de vista, la más pertinente es aquella que sitúa al diseño gráfico como una práctica realizada por un profesional para responder a una necesidad de comunicación visual. Ello requiere un componente estético, pero que no necesariamente es la expresión personal del diseñador, pues atiende al contenido conceptual para generar imágenes que correspondan a alguna temática en específico.

Para saber más

Licenciatura en Diseño Gráfico, Universidad Intercontinental

Luis Antonio Rivera Díaz, El papel del dibujo en la invención retórica, Madrid, Gredos, 1994.

Amaya Garritz, Guía del archivo Juan Barragán, México, Instituto de Investigaciones Estéticas-UNAM, 1988.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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