Autor UIC

Escrito por: Mtro. Bernardo Ardavín Migoni
Rector
abril 24, 2020

Nos ha tocado experimentar una situación única, fascinante en ciertos aspectos, una calamidad de dimensiones globales vivida en directo: la pandemia del Covid-19 que ha volteado de cabeza y paralizado al mundo entero haciendo sufrir a todos, en especial a los pobres, afectando profundamente las estructuras económicas, sociales y políticas. Nuestra realidad, en adelante, ya no será igual. No podemos ser observadores de soslayo, lejanos e indiferentes.

Quizás, la percepción más inmediata sea la evidencia de que toda nuestra ciencia y tecnología que, según dicen, avanza incontenible a una velocidad vertiginosa, imparable, haciéndonos imaginar falsamente como señores del universo, situación de la que nos sentimos tan orgullosos, resulta que es impotente para solucionar nuestros dilemas fundamentales, de la vida y la muerte.

En México, vamos a vivir esta tragedia de una manera particular, como cada país, atendiendo a nuestra peculiar circunstancia: nuestra población con demasiada pobreza, su salud con problemas de obesidad mórbida, diabetes, presión alta, desnutrición, y cada día con mayor frecuencia: cáncer. Asimismo, padeciendo fallas importantes en la calidad educativa que depauperan nuestra cultura, tremenda violencia y corrupción impune, deficiencias todas ellas que, como siempre, afectan sobre todo a los más desafortunados.

Para saber éstas y otras ideas de nuestro rector, consulta la edición número 30 de NotiUIC en su versión digital: https://issuu.com/notiuic/docs/notiuic_abril-mayo

 

 

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