Salud
Autor UIC

Escrito por: Jesús Ayaquica Martínez
Docente de la Licenciatura en Filosofía
octubre 4, 2019

¿Te sientes ansioso al darte cuenta de que olvidaste el celular en casa? ¿Se te acelera el corazón cuando te estás quedando sin batería? ¿Te sudan las manos o sientes un nudo en el estómago si no hay señal de internet?

Entonces, es importante que te familiarices con esta palabra: nomofobia. Aquí te ofrecemos una breve descripción de este nuevo mal, característico de nuestro tiempo.

Qué es la nomofobia

El término proviene del anglicismo nomophobia (no-mobile-phone-phobia). Se refiere al miedo irracional a estar sin celular o sentirnos incomunicados cuando no podemos disponer de él. Lo acompañan síntomas ansiosos y obsesivos, que van desde los malestares leves, hasta manifestaciones severas que requieren atención clínica.

Cada vez más personas consideran que sus dispositivos son indispensables, de modo que regresan a casa cuando lo olvidan. El celular se ha convertido en una extensión más de su personalidad. Para mucha gente, constituye una verdadera adicción, al mismo nivel que cualquier substancia química.

Para numerosos usuarios, el celular es lo primero que observan al amanecer y lo último que atienden antes de dormir. Incluso, muchos nativos digitales contemplaron al nacer un teléfono grabando sus primeros instantes, en lugar del rostro de su madre.

La epidemia de nuestro siglo

Las primeras investigaciones iniciaron en 2011, en el Reino Unido, por lo que se trata de un trastorno relativamente nuevo. No obstante, según los expertos, más de 50% de los usuarios de telefonía móvil experimenta este padecimiento en distintos grados.

De acuerdo con diversos estudios, las personas solemos consultar el teléfono celular 34 veces al día, en promedio. Está involucrado en nuestra vida como herramienta cotidiana tanto para tareas básicas o triviales, como despertarnos o escuchar música. Y también se ha convertido en instrumento indispensable para satisfacer necesidades importantes, para sentirnos seguros y conectados con el mundo.

La pérdida del celular llega a ser una experiencia traumática para pacientes con nomophobia. Pueden experimentar niveles de estrés comparables con la noche previa a su boda o a una cirugía. Y en situaciones menos trágicas, la necesidad de apagar el dispositivo, puede ser factor para iniciar una reacción de ansiedad.

Por estas razones, la nomophobia ha sido calificada por especialistas en salud mental como la nueva enfermedad del siglo XXI.

Lo que causa la nomofobia

Sobre las causas que desencadenan la ansiedad, la mayoría de las personas señaló el miedo a quedar aislado. Aunque se cuenten con canales alternativos de comunicación, como encontrarse frente a frente con la persona que necesitemos contactar. La simple posibilidad de incomunicación, real o imaginaria, produce una reacción en los usuarios del teléfono que llega a compararse con el miedo a dejar de existir. ¿Parece exagerado? No tanto.

Para un número creciente de personas, el celular es su posesión más valiosa. Incluso, le dedica un porcentaje importante de su ingreso mensual para obtener el modelo de última generación. Por supuesto, un aparato de ese calibre, requiere un plan telefónico que garantice su conexión a internet en todo momento.

Por estas razones, la importancia de la nomofobia no está sólo en el miedo irracional que provoca la ausencia del teléfono, sino también en la adicción que genera su omnipresencia en nuestra vida. Para muchos individuos, el celular ha llegado a ser una extensión de su persona y su identidad, a tal punto que han desarrollado una auténtica dependencia emocional hacia el aparato, pues se ha convertido en el custodio de sus experiencias más significativas y en su llave más importante de conexión con el mundo.

Debido a que se trata de un padecimiento ligado al desarrollo de la tecnología y al auge de las redes sociales, los nativos digitales son el grupo más vulnerable; pero, como sucede con otras patologías relacionadas, es un hecho que estamos en presencia de una enfermedad que no distingue edad, sexo o condición social.

Atención especializada

Hoy en día existen clínicas especializadas en el tratamiento de la nomofobia. Países como Brasil, Japón, China o Corea del Sur la consideran un problema de salud pública. Los gobiernos apoyan la instalación de centros de rehabilitación donde se ofrecen programas de auténtico détox digital.

Y tú, amigo lector, ¿cómo andas en tus niveles de nomofobia? Aquí te sugerimos algunas preguntas orientativas para conocer tu situación:

  • Estás constantemente atento a tu celular para ver si has recibido algún mensaje.
  • Le robas horas al sueño o al tiempo de los alimentos para sumergirte en las redes sociales.
  • Prefieres no ir a lugares donde no haya cobertura.
  • Nunca apagas el teléfono, estés donde estés y hagas lo que hagas.
  • Siempre estás pendiente para localizar un enchufe en caso de que necesites recargar la batería.

Para saber más

Universidad Intercontinental, Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica.

Rafael Solares, La nomofobia: la adicción a nuestros celulares, en Forbes.

Paz Olivares, Nomofobia, esclavos del móvil, en EFE.

Juan Armando Corbin, La creciente adicción al teléfono, en Psicología y Mente.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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