Autor UIC

Escrito por: Licenciatura en Relaciones Comerciales Internacionales
División Negocios
abril 20, 2020

En estos tiempos de incertidumbre, en donde prevalecen la confusión y el pánico ante la situación de la pandemia (Covid-19), solamente escuchamos el amarillismo de los medios de comunicación y redes sociales, y nos dejamos envolver y cegar ante todo lo mediático que el mundo arroja. El tiempo es todo el capital que tenemos ahora… si lo empleamos debidamente, se incrementará la tranquilidad, comodidad y satisfacción. ¿Por qué es importante decidir ahora cómo manejar una crisis económica? De antemano, porque ello nos permitirá estar preparados emocional y económicamente cuando nos aflijan las dificultades y de ese modo prevendremos algunas crisis en el futuro.

Manejar la crisis económica requiere de dos pasos: evaluar la situación y tomar medidas adecuadas. Podríamos ocuparnos en actuar de manera inteligente, prudente, oportuna y unirnos en nuestro enfoque hacia unas finanzas personales sanas. Lo ideal es trabajar de inmediato y asumir nuestra responsabilidad para administrar nuestros ingresos y llevar reuniones familiares de forma que todos conozcan la situación financiera del hogar y sean capaces de atender y proveer todo lo necesario para vivir.

Así, la herramienta esencial para dar seguridad económica es elaborar un presupuesto y utilizarlo eficazmente. Un presupuesto es un plan, de modo que se planifica la forma en que se gastará el dinero en un periodo dado considerando el pago de deudas, ahorrar para gastos futuros y para emergencias. No podemos predecir el futuro y, a menudo, los costos suben de manera inesperada. Es importante que un presupuesto sea flexible; hay que ajustarlo y mejorarlo continuamente. Llevará varios meses de ajustes contar con un presupuesto eficaz.

Mantenerse dentro del presupuesto puede ser difícil, requiere compromiso, disciplina y perseverancia. El presupuesto se convertirá en nuestro plan de emergencia, tal y como un plan de emergencia ante un incendio o terremoto, de modo que en el caso de una crisis económica puedan tenerse preparados los pasos a seguir para manejar la situación.

En un artículo de Tláloc Puga para El Universal en marzo del presente año, se hace mención de lo siguiente: “México se dirige a la recesión económica más larga que se haya registrado en los últimos 90 años, de acuerdo con datos del Inegi. Esta situación va a frenar los planes de expansión de las empresas, limitará la creación de empleos y restringirá el aumento de salarios. En esta etapa, se recomienda a la población ser más consciente de sus gastos, evitar endeudarse, pagar créditos puntualmente, ahorrar al menos 10% de su sueldo y buscar opciones para diversificar sus fuentes de ingreso”.

El conocimiento que buscamos, las respuestas que añoramos, y la fortaleza que deseamos hoy día para hacer frente a los desafíos de un mundo complejo y cambiante pueden ser nuestros si actuamos hoy mismo. Tener finanzas sanas demanda esfuerzo continuo y trabajo diligentemente de toda la familia, no sólo del proveedor, de modo que la responsabilidad del bienestar social, emocional, espiritual, físico y económico de toda persona recae, primeramente, sobre sí misma; en segundo lugar, sobre la familia; y en tercero, en el gobierno. Así, la tarea de hoy es no posponer más un plan financiero adecuado para la familia. ¿Cuál es nuestra prioridad financiera actual?

 

* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional