Para muchas empresas una contingencia ambiental significa un problema o una oportunidad de negocios, los directivos de una organización o los dueños de microestablecimientos pueden aprovechar este factor externo que se les presenta para generar ingresos. Por ejemplo, las compañías de seguros han lanzado al mercado un seguro de indemnización en caso de resultar positivo en covid-19 el cual consiste en contratarlo desde 750 o 1 500 pesos con vigencia de un año y, si durante este periodo resultas positivo, te indemnizan con un monto que va desde 50 mil hasta 100 mil pesos.
A nivel microempresa, también se crea una oportunidad de negocios cuando un pequeño empresario decide hacer y llevar comida a domicilio como desayunos, snacks o comidas, aprovechando el programa aplicado por las autoridades de “Quédate en casa”.
La toma de decisiones es una responsabilidad fundamental de la organización; incluye la obtención de información tanto del medio ambiente interno como externo, la detección de limitaciones o discrepancias y rendimiento esperado, el análisis de eventos y alternativas y la implantación de nuevos cursos de acción. Asimismo, abarca la participación de los subordinados y ayuda a la compañía a aprender.
Los pasos para llevar a cabo una correcta toma de decisiones son:
- Definir el problema u oportunidad. Para tomar una decisión, es básico delimitar perfectamente el problema a resolver o la oportunidad que se presenta. En esta etapa es esencial acudir a diversas fuentes de información, así como de la observación.
- Analizar el problema u oportunidad. Una vez determinado el problema u oportunidad es necesario desglosar sus componentes y los del sistema en que se desarrolla con el fin de establecer posibles alternativas de solución.
- Evaluar las alternativas. Consiste en acordar el mayor número posible de alternativas de solución, estudiar las ventajas y desventajas que implican, así como la factibilidad de su implementación y los recursos para desarrollarlas.
- Elegir entre alternativas. Una vez evaluadas las diversas alternativas, seleccionar la más idónea para las necesidades del sistema y la que reditúe máximos beneficios, además de considerar otras para casos fortuitos.
- Aplicar la decisión. Poner en práctica la decisión elegida, por lo que se debe contar con un plan para el desarrollo de ésta que comprenderá los recursos, procedimientos, programas y planes para la implementación de la decisión.
Después de efectuar el proceso, puede realizarse una retroalimentación con todos aquellos involucrados: el público interno que forma parte de la empresa (colaboradores, proveedores y distribuidores) así como el público externo (clientes y otras empresas que se puedan llegar a involucrar con la nueva decisión tomada).
Fotografía: www.emmatrilles.com
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