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Autor UIC

Escrito por: Karemm Danel
Editorial UIC
octubre 16, 2022

Seguramente has visto que en redes sociales los llamados influencers hablan de dietas que prometen a sus followers obtener un cuerpo digno de fotografiar y publicarse en Instagram.

Dichos estándares, marcados por la sociedad, en muchas ocasiones se alejan de un estilo de vida saludable que ni los mismos influencers practican, a pesar de mostrar lo contrario en sus stories o publicaciones en TikTok o cualquier otra red social.

Prueba de ello son los casos de youtubers que han promovido dietas específicas a fin de conseguir más seguidores y más likes para que, finalmente, se descubra que hacen todo lo contrario.

Al respecto, entrevistamos a Noemí Leyva, directora Académica de la Licenciatura en Nutrición, de la Universidad Intercontinental (UIC).

Karemm Danel (KD): ¿Qué puede comentar acerca de las dietas que promueven algunos influencers en redes sociales?

Noemí Leyva (NL): Se trata de un tema que realmente hay que abordar como profesionales de la salud, porque actualmente tenemos una penetración de la información impresionante y el problema es que no toda resulta confiable.

A los profesionales de la salud nos preocupa el asunto de los youtubers e influencers, pues los sigue gente muy joven que busca un estilo de vida saludable y que se engancha con programas aparentemente saludables y con personas que se hacen llamar health coaches.

Los health coaches son personas interesadas en la salud, pero sin tener una formación profesional que avale los conocimientos que se necesitan para dar un plan de alimentación y una orientación alimentaria.

Algunos influencers y blogueros son personas improvisada, cuya formación no tiene que ver necesariamente con las ciencias de la salud, la nutrición y la alimentación.

KD: ¿Cuál es el peligro de seguir ese tipo de dietas?

NL: Estos influencers no recomiendan lo que todos los nutriólogos: una dieta balanceada, equilibrada, completa, variada, inocua; sino que hablan de combinaciones de alimentos a las cuales les otorgan, incluso, atributos mágicos, y terminan siendo planes de alimentación desbalanceados que son un riesgo para la salud.

Un plan de alimentación tiene que ser como un traje a la medida. No podemos recomendar algo que les sirva a todos, excepto dar orientaciones muy generales.

Me preocupa, en particular, la población de adolescentes o niños, que aún está en crecimiento, así como la población de mujeres en edad gestacional y que desea cuidar su cuerpo, pero a expensas de sacrificar su salud.

La dieta que no contempla a los influencers

Sobre cómo un joven puede cuidar su alimentación, Noemí Leyva nos responde lo siguiente.

NL: Los adolescentes atraviesan por etapas de cambio y de identificación con los pares y es cuando descuidan mucho su alimentación.

Los padres ya no tienen tanta influencia sobre ellos y el adolescente, tan lleno de energía y de salud, cree que esto durará para siempre. Pero la realidad es que lo que inviertan en salud durante su adolescencia y juventud temprana les va a redundar en salud cuando sean adultos y adultos mayores.

Entonces, se les recomiendan, al menos, cuatro alimentos al día y tres alimentos principales acompañados de una o dos colaciones y nunca hacer ayunos.

Los adolescentes suelen dormir mucho por cuestiones fisiológicas; por ello, sacrifican los 10 o 15 minutos que tendrían que invertir en preparar un desayuno a fin de dormir un poco más.

Lo recomendable es que una tarde antes o una noche antes dejen preparado el desayuno, que puede ser ligero: frutas, cereal, una proteína.

También, suelen recurrir a comida procesada o rápida con tal de quitar el hambre. Pero no es necesario invertir tanto tiempo, sino tener conciencia de lo que comen, porque esto se traducirá en el estado de salud que tendrán.

Pueden recurrir a alimentos no procesados, por ejemplo, frutas y verduras que se pueden dejar preparadas desde la tarde o la noche anterior y al día siguiente sólo ponerlas en una bolsa térmica.

Asimismo, les recomendamos eliminar el consumo de refrescos, de bebidas endulzadas. La tendencia va hacia lo natural: frutas, verduras, alimentos lo menos procesados que se pueda.

En este sentido, el nutriólogo tiene todo el conocimiento para darles a los chicos un menú factible, que se ajuste a su presupuesto, que puedan implementar fácilmente y que no les tome mucho tiempo.

Por supuesto, también contemplamos la ley del 80-20; es decir, si de lunes a viernes ellos cuidan su alimentación, sábado y domingo pueden incurrir en algunas excepciones, como hace todo chico joven y saludable que no deja de comer alimentos que no son precisamente los más nutritivos.

Por qué el veganismo no es bueno

Son muchos los “mitos” que escuchamos sobre el veganismo, y si bien es decisión de cada persona decidir cómo alimentarse, lo más sano para uno es consultar con un nutriólogo.

KD:¿Qué comentarios tiene acerca de la alimentación vegana que tanto se difunden en redes sociales?

NL: A los nutriólogos lo que más nos cuesta es convencer a la gente de que no es la medida más saludable o más adecuada.

Al respecto, el vegetarianismo mixto (hablo de los ovolactovegetarianos) es una práctica sensata, pues tiene un aporte proteico de proteína de origen animal adecuado.

Aquí el problema real tiene que ver con los veganos, con aquellas personas que se niegan a comer alimentos de origen animal sin excepción.

Pero es necesario entender que sólo los alimentos de origen animal proveen ciertas vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para sentirse bien y para el desarrollo del cerebro, como la vitamina B-12 y el hierro.

La vitamina B-12 se encuentra únicamente en productos de origen animal, y el hierro, en productos de origen vegetal, no está en su forma más biodisponible, por lo que su absorción suele ser mínima cuando se consume de fuentes de origen vegetal.  

De ahí la cuestión de que los veganos a veces argumenten que es bueno suplementarse de manera artificial y así no consumen alimentos de origen animal.

Por supuesto, la cuestión de los tóxicos en las carnes tiene una base: no es recomendable comer carnes rojas más de una o dos veces por semana, por ejemplo.

Sin embargo, eso tampoco nos tendría que llevar necesariamente a anular toda fuente de proteína, sobre todo de origen animal, pues no la podemos sustituir con ningún otro alimento.

Por qué ir al nutriólogo y no creer en los influencers

Un nutriólogo te hará una evaluación en la que no se trata sólo de saber cuánto pesas, sino tus hábitos y gustos, por ejemplo, para darte una dieta acorde a tus necesidades.

KD: ¿Qué cree que haga falta para promover una alimentación adecuada entre los jóvenes?

NL: Creo que es cuestión de educación. Hasta hace muy poco la nutrición no se practicaba, sobre todo en México, no todos los médicos tenían el conocimiento, por lo que no daban información al respecto.

Hoy en día, los nutriólogos tomamos en cuenta preferencias, hábitos, lugares de consumo, tiempos de consumo, presupuesto para la alimentación. De esa manera es posible hacer recomendaciones personalizadas.

Dichas recomendaciones serán factibles. El nutriólogo informará acerca de sus beneficios, sin satanizar algunos alimentos y quitarlos por completo de la dieta habitual.

KD: ¿De qué manera un padre de familia puede orientar a su hijo en el tema o de qué manera pueden ser guías para que su hijo se interesa en
llevar una buena alimentación?

NL: Yo recomiendo que la mesa alrededor de la cual se reúne la familia a tomar los alimentos no se convierta en un campo de batalla, a fin de que sea un ambiente propicio para disfrutar la alimentación.

También es importante que, como adultos, asumamos buenos hábitos de alimentación, pues, finalmente, el hábito se enseña por medio de la práctica, no del discurso.

Entonces, si los padres detectan problemas en los chicos, deben acudir con un especialista certificado, que tenga una licenciatura y una cédula profesional para ejercer la nutrición, y no con alguien que da recomendaciones descabelladas en redes sociales.

Cómo elegir un buen nutriólogo

Todo especialista serio debe contar con una educación que avale su conocimiento. Al respecto, Noemí Leyva nos comenta:

NL: Verifiquen que cuente con título y cédula profesional; de hecho, por norma oficial mexicana, sólo una persona con título y cédula profesional como profesional de la nutrición puede dar orientación alimentaria.

Como consumidores tenemos el derecho de pedir la garantía profesional. Una persona con una licenciatura sabrá cuáles son las consecuencias de una alimentación no saludable y de una alimentación limitada y no incentivará tales prácticas.

KD: ¿Adónde pueden acudir los jóvenes para obtener más información al respecto?

NL: En la UIC tenemos nuestra Clínica de Nutrición, donde ofrecemos consultas y les hacemos un diagnóstico; se les mide su porcentaje de grasa y su masa muscular tienen y evaluamos si están comiendo bien.

Asimismo, reciben orientación o tratamiento, en caso que necesiten un plazo más largo para lograr resultados, con nuestros practicantes, que son estudiantes de último semestre supervisados por un docente titulado y con experiencia en el caso.

Los invitamos a conocer más de nuestra Licenciatura en Nutrición y la Clínica de Nutrición, la cual se encuentra abierta al público en general. Contáctanos.

Para saber más

Clínicas de la Salud, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/servicios/clinicas-la-salud/

Licenciatura en Nutrición, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-de-la-salud/licenciatura-en-nutricion/

Licenciaturas en línea, Universidad Intercontinental. Disponible en https://enlinea.uic.edu.mx/

https://mx.linkedin.com/in/noemi-leyva-19122287



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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