Adolescente antifrágil, clave para su autocuidado
El concepto antifrágil, propuesto por Nassim Taleb, describe sistemas que no sólo resisten el caos, sino que se fortalecen con él. Es decir, frente al desorden, desarrollan capacidades nuevas, que se adaptan y evolucionan. En el contexto de la adolescencia actual, este enfoque cobra relevancia urgente.
Jonathan Haidt, en su reciente libro La generación ansiosa, sostiene que el exceso de dispositivos tecnológicos ha provocado un incremento alarmante en los niveles de ansiedad, depresión, autolesiones y suicidio en jóvenes. Frente a esta situación, Haidt propone fomentar experiencias que fortalezcan emocionalmente a los adolescentes, ayudándolos a desarrollar cualidades antifrágiles.
Con base en esta propuesta, podemos entender a los adolescentes antifrágiles como aquellos capaces de autocuidarse en un sentido profundo. Esta idea, presente ya en la filosofía griega antigua bajo el término epiméleia, remite a prácticas conscientes de cuidado del cuerpo, el alma y el comportamiento, como condición previa para conocerse a uno mismo.
Michel Foucault retoma este concepto bajo el nombre técnicas de sí (les techniques de soi), que abarcan habilidades como la autoobservación, la rememoración, la confesión y el diálogo. En este sentido, el desarrollo de adolescentes antifrágiles implica cultivar herramientas de autocuidado que les permitan enfrentar los desafíos del mundo contemporáneo.
Técnicas de autocuidado para el adolescente antifrágil
Las técnicas de autocuidado se pueden dividir en tres grandes dimensiones:
- Afrontamiento
Es la actitud activa con la que los adolescentes se relacionan con el mundo, consigo mismos y con los demás. Implica asumir responsabilidad por su experiencia y responder con resiliencia a las dificultades. - Mentalización
Es la capacidad de reconocer los propios pensamientos, emociones y procesos mentales. Esta habilidad mejora la empatía, la autorregulación y la toma de decisiones. - Comportamiento sobre sí
Son las prácticas mediante las cuales los adolescentes se transforman activamente: ejercen control sobre su conducta, ajustan sus valores y desarrollan hábitos que fortalecen su identidad.
Se trata de técnicas profundamente vinculadas con tradiciones filosóficas y espirituales que valoran la transformación personal como eje del crecimiento humano.
Riesgos del modelo de crianza moderno
Jonathan Haidt señala que el incremento del sufrimiento emocional en adolescentes desde 2010 no es casual. Lo atribuye a cuatro factores clave:
- Privación del sueño.
- Aislamiento social.
- Fragmentación de la atención.
- Adicción digital.
El modelo de crianza hiperprotectora, enfocado en eliminar cualquier riesgo o disconformidad, ha privado a los adolescentes de oportunidades para desarrollar resiliencia emocional. En lugar de fortalecerlos, los ha vuelto vulnerables ante el estrés, la ambigüedad y el fracaso.
Cómo fomentar la antifragilidad en el adolescente
Los adolescentes antifrágiles crecen a partir de los retos. Como los músculos, su mente necesita tensión para desarrollarse. Haidt propone varias estrategias para fomentar esta fortaleza:
- Promover la libertad para explorar, equivocarse y aprender.
- Reducir la supervisión constante que inhibe la autonomía.
- Crear espacios seguros, pero no excesivamente protegidos, donde puedan desarrollar habilidades socioemocionales.
- Transformar la educación para que fomente el pensamiento crítico y el debate de ideas diversas.
Conferencia en línea Adolescentes Antifrágiles
Estos temas se abordarán en la conferencia “Adolescentes Antifrágiles”, que se transmitirá el miércoles 18 de junio de 10:00 a 12:00 h por Facebook Live, en la página oficial de la Universidad Intercontinental (UIC).
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