Durante las celebraciones decembrinas el consumo de bebidas alcohólicas aumenta de manera significativa y, con ello, el viaje del etanol dentro del organismo se vuelve especialmente relevante.
En México esta temporada se caracteriza por reuniones, convivencias y celebraciones que incrementan el consumo de bebidas dulces y alcohólicas, lo cual tiene efectos directos en el peso corporal, la salud cardiovascular y el estado metabólico. Tanto las bebidas alcohólicas como las no alcohólicas con alto contenido de azúcar aportan una fracción considerable de las calorías diarias totales en la población mexicana.
A este escenario se suman factores socioculturales como el periodo vacacional, los aguinaldos, las tradiciones y el ambiente festivo. Sin embargo, dichos elementos no deben ser excusa para caer en el abuso del alcohol; en especial, porque diversas instituciones promueven el consumo moderado y responsable.
Etanol y consumo en México durante las fiestas
El etanol es un componente central en las bebidas navideñas más consumidas. Conocer qué bebemos y cuánto aporta cada ración permite dimensionar su impacto energético.
Bebidas alcohólicas más comunes
| Tipo de bebida | Frecuencia | Grado de alcohol | Ración estándar | Energía |
| Cerveza | Preferida por 46% | 4–8% | 355 ml | 150 kcal |
| Vino tinto | Popular en cenas (11%) | 12–15% | 155 ml | 125 kcal |
| Destilados (tequila, whiskey, ron, mezcal) | Muy usados en shots | 35–45% | 45 ml | 100 kcal |
| Coctelería | Común en posadas | Variable | 120-350 ml | 180-350 kcal |
El riesgo se multiplica cuando estas bebidas se combinan con refrescos, jugos o jarabes, lo cual puede elevar una bebida de 100 kilocalorías (kcal) a más de 300 kcal. Además, es sencillo perder la cuenta y caer en consumos excesivos.
La Comisión Nacional contra las Adicciones considera consumo excesivo beber cinco o más raciones estándar en dos horas,algo que ocurre con frecuencia en esta temporada.
El viaje del etanol dentro de tu cuerpo
Detrás del brindis se esconde la ruta metabólica del etanol, una molécula orgánica volátil, soluble en agua y con un sabor característico. Todo inicia desde el primer sorbo.
- Boca y estómago: Las papilas gustativas perciben el sabor; al tragar, el etanol llega al tracto gastrointestinal.
- Absorción: Cruza con facilidad las membranas celulares y entra al torrente sanguíneo.
- Distribución: Viaja a múltiples órganos; sobre todo, al cerebro (donde genera placer mediante dopamina) y al hígado (su sitio principal de metabolismo).
Cabe resaltar que, sin bien el cerebro participa en las sensaciones asociadas al consumo, el órgano verdaderamente crítico es el hígado.
El hígado frente al etanol, la verdadera batalla metabólica
El etanol llega al hígado por medio de la circulación porta. Allí comienza una serie de reacciones para evitar su toxicidad:
- Primera fase: El etanol se convierte en acetaldehído, una sustancia altamente tóxica.
- Segunda fase: El acetaldehído se transforma en acetato, un compuesto menos dañino que puede usarse como energía.
Cuando el consumo es moderado, el hígado logra manejar estas reacciones sin complicaciones. Sin embargo, cuando se vuelve crónico o excesivo, el hígado activa vías alternas más lentas y menos eficientes, generando:
- Mayor producción de radicales libres.
- Estrés oxidativo.
- Daño mitocondrial.
- Hipoglucemia.
- Hígado graso.
- Tolerancia creciente al alcohol.
- Riesgo de interacciones medicamentosas.
- Mareos y debilidad muscular.
Es como si la “planta de reciclaje” del cuerpo pasara de operar con una línea normal a encender hornos que generan humo tóxico, saturando su capacidad.
Consecuencias nutricionales del consumo habitual de etanol
El impacto del etanol no se limita al hígado, también afecta de manera sistémica al estado nutricional.
Desnutrición primaria
Sucede cuando el alcohol desplaza alimentos ricos en nutrientes, generando ingestas insuficientes.
Desnutrición secundaria
Ocurre por la mala absorción de nutrientes debido al daño gastrointestinal provocado por el alcohol; en especial, en páncreas e intestino delgado.
Deficiencias frecuentes por consumo prolongado
- Vitaminas: C, D, K, B9, B12, B2, B1, A.
- Minerales: Zinc y magnesio.
Consecuencias:
- Sarcopenia.
- Alteraciones inmunológicas.
- Anemia megaloblástica.
- Riesgo de encefalopatía de Wernicke.
- Problemas visuales.
- Mayor susceptibilidad a infecciones.
- Osteoporosis.
- Disfunción neurológica y metabólica.
Brinda con conciencia
Celebrar es parte de la vida, pero conocer el recorrido del etanol y lo que implica para tu organismo te permite hacerlo con responsabilidad.
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Para saber más
Secretaría de Salud (2023). Guías Alimentarias Saludables y Sostenibles para la Población Mexicana. México: Gobierno de México.
Comisión Nacional contra las Adicciones (2020). Guía para prevenir el consumo de alcohol. México: Gobierno de México.
Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas (2023). Contexto de la demanda de sustancias ilícitas en 2022-2023 y acciones del Gobierno de México en materia de salud mental y adicciones. México: Gobierno de México.
Lieber, C. (2000) Alcohol: Its metabolism and interaction with nutrients. The Annual Review of Nutrition, 30, 395-430.
Contreras, M., Villalobos, D. y Hernández, R. (2022). Ethanol Metabolism in the Liver, the Induction of Oxidant Stress, and the Antioxidant Defense System. Antioxidants Journal, 11, 1-26.

