En la vida universitaria, donde los desvelos, los trabajos contrarreloj y las comidas improvisadas son parte del día a día, también circulan numerosos mitos de la nutrición que pueden afectar la salud física y el rendimiento académico de los estudiantes. Dos de los más comunes son: “comer de noche engorda” y “los carbohidratos son malos”.
Mitos de la nutrición y la vida universitaria
Uno de los mitos de la nutrición más arraigados entre los universitarios es que comer después de cierta hora, como las 7 p. m., provoca aumento de peso. Esta creencia se basa en la idea errónea de que el metabolismo se “apaga” por la noche y las calorías no se queman igual.
Sin embargo, lo que influye en el peso corporal es el exceso calórico acumulado durante el día, no la hora a la que se ingieren los alimentos. Estudios como el de Garaulet y Gómez-Abellán (2014) señalan que, aunque los ritmos circadianos tienen un impacto en el metabolismo, lo relevante es qué y cuánto se come, no tanto cuándo.
¿Los hidratos de carbono son enemigos?
Otro mito frecuente es que los hidratos de carbono (carbohidratos) deben evitarse; sobre todo, si se desea perder peso. Se trata de una idea que se ha popularizado por dietas restrictivas, como la cetogénica o paleo, que promueven eliminar casi por completo este grupo alimenticio.
No obstante, los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del cuerpo y el cerebro, lo cual es especialmente importante para estudiantes universitarios que requieren concentración y energía constante. Lo fundamental es distinguir entre carbohidratos simples (azúcares refinados, bollería industrial) y carbohidratos complejos, como los que se encuentran en legumbres, avena, frutas o verduras.
Eliminar los hidratos de carbono por completo puede tener efectos negativos: fatiga, mal humor, bajo rendimiento académico e incluso alteraciones digestivas.
La influencia de las redes sociales en la desinformación nutricional
Las redes sociales están repletas de consejos de nutrición, pero no todos tienen sustento científico. Por ello, es esencial aprender a identificar información confiable. Algunas recomendaciones son:
- Verifica las credenciales. Asegúrate de que quien comparte información sea un profesional con formación en nutrición o salud.
- Desconfía de los extremos. Si una publicación promete “bajar 10 kilos en una semana” o eliminar alimentos por completo, probablemente sea falsa.
- Consulta fuentes científicas. Los contenidos confiables citan estudios, organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y artículos revisados por expertos.
- Acude con profesionales. En caso de dudas, consulta a los servicios de salud de tu universidad o con un nutriólogo/a titulado.
Hacia una cultura alimentaria informada en la universidad
Como estudiantes universitarios es fundamental tomar decisiones informadas sobre lo que comemos. Derribar mitos de la nutrición como “comer en la noche engorda” o “los carbohidratos son malos” es un paso esencial para construir hábitos saludables y sostenibles.
Una buena alimentación contribuye a la salud física, al bienestar emocional, al rendimiento académico y al manejo del estrés. Al aprender a filtrar la información que consumimos, también cultivamos un pensamiento crítico necesario en todos los ámbitos de la vida universitaria.
En la UIC se forman profesionales con un enfoque integral en salud y nutrición. Si te interesa transformar mitos en conocimiento con base científica, conoce la Licenciatura en Nutrición.
Para saber más
Benavente, C. (2025). Hidratación inteligente en temporada de calor: cómo cuidar tu salud y el medio ambiente al mismo tiempo. Noticias Green Press.
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (s.f.). Deshidratación. MedlinePlus.
Hospital Ángeles Health System (s. f.). Bebidas azucaradas y la salud. Hospital Ángeles.
Procuraduría Federal del Consumidor (s. f.). La jarra del buen beber. México: Gobierno de México.
Jean, S. (2024). Alimentos con alto contenido de agua. AARP.
Quintero, J. (2024). Hidratación antes, durante y después del ejercicio: recomendaciones y beneficios para la salud. El Colombiano.