Universitarios

Escrito por: Erick Alejandro Solares García
Docente de la licenciatura en Traducción
octubre 27, 2021

El término correcto es “localización” de juegos, porque “traducción” no le haría justicia a esta ardua tarea.

Muchas veces mis alumnos o amigos hacen comentarios como “ser traductor de juegos debe ser divertidísimo”, “seguro te la pasas jugando todo el día”, “qué padre que te paguen por jugar”.

Si bien sí me han pagado por jugar videojuegos dentro de proyectos, la realidad es que desde que soy game localizer, es lo menos que he jugado en toda mi vida como cualquier adulto que trabaje 8 horas al día (aunque es algo que nunca creo dejar).

Entonces, ¿qué hago en el día?

Son las 8:30 de la mañana, estoy terminando de prepararme un café (o fui por uno a una tienda de conveniencia), quizás estoy comiendo una galleta, y estoy revisando mi bandeja de correo electrónico. Hay cientos de notificaciones, pues varios gestores de proyectos tienen encargos de traducción o revisión urgentes (ya que no viven en Latinoamérica, me contactan desde Madrid hasta Japón y su día hace mucho que terminó). Tengo que revisar 2000 palabras y tengo hasta las 11:00 de la mañana como mucho.

Se nota su desesperación, pero preguntan ¿aceptas? Porque, al final, este es un trabajo freelancer.No tengo prestaciones ni un contrato que me obligue. Lo que sí me obliga es un sentido del deber, pues de no hacerlo yo, ya encontrarán a alguien que sí. Pero les gusto, pues llevamos más de 4 años así y no he sido reemplazado.

Acepto.

Para cuando ya voy a la mitad, ya revisé 1000 de 2000 palabras, llega otro mensaje de otra gestora de proyectos. Esta persona sí vive en México. Si bien paga menos, tenemos mejor trato y podemos negociar mejores horas de entrega.

De videojuego de disparos en el espacio hay 500 palabras de contenido de marketing (es un archivo de subtítulos para un tráiler, el estreno será pronto; pero está acomodado en memoQ listo para trabajarse allí) y tiene otras 1200 palabras de un contrato de políticas de privacidad para un juego asiático (aunque esto es de inglés a español) para las 18:00. Esta gestora de proyectos acaba su jornada a las 16:00, pero hemos sido amigos por tanto tiempo que confía en mí y sabe que el archivo estará ahí listo a las 18:00 aunque no lo vea el resto del día. A final de cuentas, se entregan para el cliente hasta mañana (aunque es un secreto que solo sé yo por ser amigos, porque otros traductores abusarían de esto para entregar más tarde).

Ah, sí, todo esto está subido en un servidor de memoQ, no tengo acceso a las fuentes todo el tiempo. Uno sabe cómo traducir porque ya es fan de franquicia X y franquicia Y.Puede que tuviera suerte y esta vez mandaran el video que se debe subtitular, porque a veces solo llega el SRT de subs sin video (yes, really).

Termino a tiempo, por supuesto, mientras escucho soundtracks de videojuegos o series con YouTube Music (muchísimo más amplio que Spotify). Esto no es nuevo para mí incluso en pandemia, pues siempre se ha hecho desde casa. No contrato = no oficinas para mí.

Ya es de noche y terminé de hacer ejercicio (claro, con cubrebocas y tratando de alejarme de la gente); quedo de tomar un café en casa de la misma gestora, pero esta vez es como amigos; estamos viendo probablemente Evangelion o lo que esté de moda en Netflix o Crunchyroll. Paso un buen momento, me despido, y el día terminó.

A la mañana siguiente hay muchas cosas que hacer otra vez, aunque son más que nada correcciones. Por supuesto, hay partes que al cliente no le gustaron del video (después de todo, subtitulé sin verlo) y requiere cambios. Esto, claro, no se paga y no es parte de una tarifa que me recompensen. La vida freelance a veces no es tan libre como la pintan.

El día de hoy ya no cayó más trabajo (pagado), pero está bien, porque el día de ayer pude revisar 2000 y traducir 1700. No es un sueldo fijo, pero como confío en el buen trato que he dado y recibido de todos los gestores de proyectos, seguro mañana sí habrá.

Eso sí, igual perdí el día haciendo cambios, sin contexto más que una queja específica. Todo dentro de memoQ o Excel, sin imágenes de referencia, o alguno que otro screenshot del juego si hay suerte; pero nunca el juego real en manos.

No terminemos serios

¿Crees que es deprimente o difícil? Bueno, para mí no lo es, llevo 6 años en esto después de todo, pero ciertamente no suena a que estaba jugando. Sin ver barras de vida, pero sí la barra de progreso de memoQ y la traducción.

Claro que hay sorpresas gratas de vez en cuando. Hay desarrolladores tan enamorados (y estrictos) de sus IP, como cuando me pagaron por jugar Final Fantasy VII porque soy parte de la plantilla de traductores oficiales. De este sí puedo hablar porque mi nombre sale en los créditos. Normalmente no es así; aunque puedo decirte que, si eres gamer, probablemente la mano de mis colegas o la mía pasó por ahí.

Cuando es domingo, tengo tiempo de jugar World of Warcraft y seguir llamándome gamer. No es la vida para todos, pero es la mía y me gusta.

Para saber más: Universidad Intercontinental Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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