La tarea de transmitir tradiciones sólidas a las nuevas generaciones es un compromiso educativo. Porque la tradición da identidad a la vida de los grupos sociales.
Tradición, educación y familia
La transmisión de la cultura debe consolidarse desde el ámbito educativo. Las instituciones educativas deben procurar crear espacios para fortalecer las enseñanzas de la familia que se perpetúan mediante festejos y costumbres.
Uno de los valores más valiosos en la sociedad mexicana es la permanencia de tradiciones. Son testimonio de una cultura fundada en los hábitos de transmisión de generación en generación.
De lo universal a lo particular
Según Bordieu, el individuo tiene una naturaleza de base y dicha naturaleza es universal.
En otras palabras, al nacer, todo individuo presenta el mismo acervo humano como identidad.
Sin embargo, conforme se desarrolla, adquiere y construye una identidad cultural transmitida por mensajes familiares, educativos y sociales según su ámbito. Dos tipos de elementos provienen de esta transmisión de la cultura: los formativos, que conforman la educación de los individuos, y los socioculturales que los configuran como integrantes de una cultura particular. [2]
En gran medida, la trascendencia del ser humano se funda en su identidad cultural. Luego, a medida que se desarrolla, aprende a reproducir los aprendizajes culturales que lo definen y le dan identidad. Por eso, es esencial la permanencia de la cultura y el aprendizaje auténtico de las tradiciones en las nuevas generaciones.
Entre tecnología, comunicación y tradición
En la sociedad actual, el significado de las tradiciones parece variar a medida que evolucionan las generaciones.
El acceso a medios de comunicación y la información remota por las redes sociales suele generar una mezcla entre las tradiciones clásicas y la manifestación cultural de las comunidades.
El uso masivo de la tecnología de la información y la comunicación incrementa el acceso a la información. Con ello, se facilita la incorporación de nueva información cultural. La fuente primaria de la cultura se expande. Y la familia y la escuela con frecuencia son desplazadas por la interacción de los jóvenes con los medios digitales y la información cultural global. [3]
Tradiciones sólidas para las nuevas generaciones
La evolución de las nuevas generaciones no puede escapar a la influencia digital. Los nacidos en años recientes presentan una afinidad y facilidad para explorar nuevas fuentes de información. Eso puede volverlos proclives a adoptar elementos culturales poco tradicionales y más centrados en la tecnología y la modernidad.
En este sentido, debe reconocerse que la conectividad presenta sus ventajas en cuanto al desarrollo de nuevos aprendizajes. Sin embargo, debe atenderse tanto el aprendizaje de la cultura como tradiciones sólidas para las nuevas generaciones.
Un compromiso educativo
Es fundamental generar actividades escolares que refuercen las tradiciones familiares y forjen espacios congruentes entre la transmisión de la cultura familiar y social.
El rol de las instituciones de educación formal va más allá de la enseñanza de contenidos teóricos o logro de competencias. La escuela es un espacio de consolidación cultural, que debe considerar su relevancia en el mantenimiento auténtico de las tradiciones y hábitos culturales.
Será tarea de las instituciones generar actividades que protejan las tradiciones e incentiven la participación de los estudiantes. Esto, a partir de la combinación de elementos clásicos y dinámicas modernas que atraigan no sólo su atención, sino que motiven su participación activa.
Quizá eso genere tradiciones sólidas y mayor adhesión de los estudiantes a ellas, pues refuerzan su sentido de identidad cultural y pertenencia nacional.
Para saber más
Licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa, Universidad Intercontinental.
“¿Por qué estudiar Pedagogía en la UIC?”, Bitácora UIC, 31 de agosto de 2021.
María Cañete, “Pedagogía para un desarrollo sustentable”, Bitácora UIC, 11 de enero de 2021
Referencias
[1] P. Bordieu y Jean Claude Passeron, La reproducción. Elementos para una teoría de sistema de enseñanza, Barcelona, Laia, 1980.
[2] L. S. Vigotsky, Pensamiento y Lenguaje: Teorías del desarrollo cultural de las funciones psíquicas, Barcelona, Gedisa, 1981.
[3] Mario Enrique Hernández Chirino, Blanca Estela Arciga Zavala y Verónica García Martínez, “Tecnologías culturales, entornos comunicacionales y la reconfiguración del sujeto”, Sinéctica, núm. 34, 2010, pp. 1-16.
