Coaching
Autor UIC

Escrito por: Eva González Pérez
Editorial UIC
julio 25, 2019

Para hacer de nuestro entorno un mundo mejor, no necesitamos realizar grandes obras. Hay muchas formas  accesibles de volverse un agente de cambio.

Desde hace un buen tiempo, los medios de comunicación han expuesto un escenario que aterra a la población. Por ejemplo, los secuestros, robo con violencia, cobro de cuentas, asaltos a casas domicilio, entre otros tristes sucesos, parecen el pan de cada día. A ello se suman numerosos conflictos de índole política, económica y social. Migración, narcotráfico, escasez de agua son algunos ejemplos de ello. Nuestra sociedad está herida y sufre.

Ésa es la mala noticia; la peor es que la situación no es exclusiva de nuestro país. En muchos otros lugares del mundo los datos son muy semejantes. El mundo está en crisis.

Sociedades enfermas, ciudadanos enfermos

Siempre que hablamos de un país, también estamos refiriéndonos a las personas, porque son ellas quienes lo constituyen. Imposible separar a uno de las otras.

Si en una sociedad predomina lo material sobre lo espiritual, entonces aflora el egoísmo, la discriminación, la competencia. Cuando importa más tener que ser, el consumo arroja al olvido el cultivo interior de las personas.

Cómo sanar al país

Primero, aclaremos algo. Esta responsabilidad descansa en todos. Así que no pienses que es competencia sólo de las autoridades, de los gobernantes. También es tuya y es mía.

Como dicen que el buen carpintero comienza por su casa, si quieres un país sano, asegúrate de que tú también lo estés.

Pero apuesta por una visión integral. Si el hombre está constituido por alma, cuerpo y mente, entonces alma, cuerpo y mente deben estar sanos. Eso lo sabían muy bien los romanos antiguos, por eso predicaban el mens sana, corpore sano.

Sana tu alma

Las aguas revueltas del alma roban tranquilidad, desatan los miedos. Por eso, practica la meditación, busca el silencio interior. Si eres creyente, la oración es un excelente recurso. También puedes recurrir a la buena música, a la lectura edificante. Las grandes obras literarias son una fuente de aprendizaje en el tema de los valores.

Si crees necesitar una ayuda más especializada, busca una terapia que te ayude a apaciguar tu inquietud y sufrimiento.

Sana tu cuerpo

El vértigo de la época actual deja poco espacio para el ejercicio fuerte y continuo. Pero hazte el hábito de una breve rutina de estiramiento matutino. Recurre a pequeños trucos que te serán de mucha utilidad:

  • Pasea en bicicleta, practica un deporte.
  • Estaciona el coche un poco más lejos de lo habitual.
  • Usa las escaleras, en lugar del elevador.
  • En lugar de viajar en auto, camina hacia los lugares cercanos.
  • Aficiónate a las caminatas largas, ve el paisaje, las calles, a la gente.
  • Cuida tu dieta y acude a un nutriólogo, aunque estés en tu peso ideal.

Sana tu mente

Aprende cosas nuevas. No importa la edad que tengas, ya no hay pretextos. Hay estudios al alcance y gusto de todos.

  • Estudia una licenciatura, presencial o a distancia.
  • Decídete por un posgrado.
  • Cursa una especialidad.
  • Aprende idiomas.
  • Toma un curso de repostería, redacción, creación literaria o comida japonesa.

Alma, cuerpo y mente

Cualquiera de las actividades que realices, siempre debe acompañarse de valores. Porque son los cimientos sobre los que se edifica el espíritu. Y los hombres de espíritu grande son el fundamento de una sociedad sólida, justa, equitativa, responsable y honesta.

Por consiguiente, cultiva los valores:

  • Gratitud: siempre agradece al otro sus acciones, por pequeñas que sean. Lo harás feliz.
  • Honestidad: si quieres que la gente te hable con la verdad, debes hacer lo mismo tú. Aléjate de cualquier acto deshonesto para acabar con la corrupción.
  • Humildad: Quienes te rodean son compañeros, no rivales. No compitas y haz a un lado la soberbia. Une, no dividas.
  • Prudencia: imponiendo tus argumentos o acciones, sólo lograrás hacer sentir mal a los otros y deteriorar tu relación con ellos.
  • Respeto: si quieres que te respeten, sé considerado con los demás.
  • Responsabilidad : cumple tus obligaciones. Evita copiar en exámenes, paga tus impuestos, respeta el tiempo de los otros y sé puntual, cuida el medioambiente.
  • Empatía: ponte en los zapatos del otro. Aunque crean, piensen o actúen distinto, son tus semejantes. Sufren, necesitan, lloran como tú. Y también ríen, aman y agradecen cuando se sienten aceptados por ti.

Sé un agente de cambio

Enriquece tu vida, muestras tus valores. Con tu familia, tu pareja, en la escuela, trabajo y con la sociedad, tú puedes ayudar a construir un mejor país.

La Universidad Intercontinental te ofrece una formación integral para hacer de sus egresados mejores personas. Porque el mundo actual demanda líderes íntegros, inspirados por una actitud de servicio desde el espíritu cristiano y comprometidos con la libertad.

Para saber más

Licenciaturas, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/

Posgrados, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/posgrados/

Coordinación de Pastoral, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/formacion-integral/pastoral/

“¿Por qué somos orgullosamente UIC?” Disponible en https://www.uic.mx/orgullosamente-uic/

“Soy estudiante, soy ciudadano. Construir ciudadanía en la universidad.” Disponible en https://www.uic.mx/construir-ciudadania-en-la-universidad/

“El líder disruptivo del futuro: estudiar lo es (casi) todo”. Disponible en https://www.uic.mx/lideres-disruptivos/

“¿No te alcanza? Claves para tener lo que quieres.” Disponible en https://www.uic.mx/tener-lo-que-quieres/



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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