A los 27 años un gran director me mostró una verdad incómoda: no necesitas un título de jefe para ser un líder en una empresa mexicana. Muchas organizaciones en México siguen estructuras rígidas donde sólo los de arriba deciden, pero el cambio real nace desde los niveles operativos.
El liderazgo no es un cargo, es una actitud
En México se confunde liderazgo con jerarquía. Sin embargo, he visto cómo una recepcionista creó un canal de comunicación ágil entre ventas y soporte. El liderazgo es influencia, no autoridad. Y esa influencia puede comenzar con acciones pequeñas, pero significativas.
Acciones concretas para liderar desde donde estás
- Detecta problemas ignorados: Elige aquellos que afectan a muchos, pero que nadie se atreve a solucionar.
- Habla con resultados, no quejas: Cambia el “todo está mal” por “si hacemos X, mejorará Y”.
- Apóyate en datos: Propón con evidencias. Por ejemplo, sugerí implementar horarios flexibles con estudios que demostraban 20 por ciento más productividad.
- Construye alianzas informales: Las redes de confianza, no los organigramas, son las que hacen que las cosas sucedan. Los “líderes invisibles”, como asistentes o técnicos respetados, son clave.
- Motiva con causas comunes: Evita imponer, mejor pregunta “¿Qué ganamos todos si resolvemos esto?”.
- Celebra logros pequeños: Cuando redujimos una reunión de dos horas a 45 minutos, llevé donas y un cartel que decía “Gracias por no hablar de más”.
Liderar también es enfrentar la incomodidad
Hay un cáncer en muchas empresas mexicanas: la cultura del “yo no fui”. Ser agente de cambio es hacer lo correcto aunque sea incómodo. Sé puntual, cumple, asume responsabilidades y habla claro. Por ejemplo: “Noté errores en el reporte, ¿cómo lo corregimos?”, es más constructivo que señalar culpables.
Cómo comunicar cuando el liderazgo falla
Muchas veces los jefes no lideran., son promovidos por antigüedad o por saber venderse. En esos casos:
- Reúne hechos, no rumores.
- Usa “nosotros” en vez de “ustedes”.
- Busca aliados estratégicos que no se sientan atacados.
- Modela el comportamiento que quieres ver.
Si el cambio no llega desde arriba, crea una red de apoyo. Protege al equipo. Inspira con tu ejemplo. Porque el liderazgo auténtico puede surgir desde los sótanos de la empresa.
De aprendiz a referente silencioso
A mis 36 años he tenido jefes brillantes y otros que me enseñaron cómo no liderar. Aprendí que, incluso desde abajo, podemos influir arriba. Si hoy tienes un mal jefe, quizás estás siendo entrenado para ser todo lo que él no es. Y ése es el primer paso para convertirte en el líder que tu empresa necesita.
En la Licenciatura en Relaciones Comerciales Internacionales de la UIC formamos profesionistas que comprenden el entorno global de los negocios y los preparamos para liderar con ética e impacto, sin importar su cargo.
Para saber más