«Es muy bonito premiar la imaginación mexicana: un punto de vista completamente único que llevamos al mundo con nuestro arte, nuestra presencia y en lo que podemos aportar. Es recordarle al mundo que hay mucho que contar y un contar muy mexicano.» Guillermo del Toro
Guillermo del Toro lo consigue por tercera vez y se lleva el Oscar a la Mejor Película de Animación con Pinocho. La entrega número 95 de los Oscars ha podido ofrecer algo que hace tiempo había perdido: interés.
Un interés marcado por el silencioso, pero poderoso arribo de plataformas de streaming, que están compitiendo con las producciones feroces de Hollywood y que le ha conseguido a Netflix cuatro estatuillas: Mejor Fotografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Banda Sonora y Mejor Película Internacional, con la producción alemana “Sin novedad en el frente”.
El premio que el director mexicano ha conseguido con Pinocho, deja un poderoso mensaje a la academia: «La animación es cine, la animación no es un género, la animación está lista para llegar al siguiente nivel.»
Las producciones en streaming como Pinocho, también reflejan el gran esfuerzo que han hecho estas plataformas, por contar con equipos de directores, productores, guionistas, animadores, diseñadores y actores, para crear historias remarcables, como las recientes ganadoras.
Se tú mismo en un mundo de marionetas
El cuento «Las aventuras de Pinocho» escrito por Carlo Collodi en 1883, a lo largo de la historia ha tenido diferentes adaptaciones e interpretaciones y han sido muchas las generaciones que han crecido con la peculiar historia del muñeco de madera que quería ser un niño de verdad.
Bajo la visión de Del Toro, la historia de Pinocho explora otros caminos, como el poder que tiene la desobediencia, el amarte por quién eres y no por quien se supone debes ser, el juego eterno entre la vida y la muerte, así como la ironía sobre lo que significa ser una marioneta.
La película Pinocho de Guillermo del Toro, es una de esas historias que, desde la perspectiva del mismo director, son producciones que se resisten a ver la luz, sobre todo porque son historias que valen mucho la pena contar y que justamente eso, es lo que pareciera retrasar su lanzamiento.
Mientras, algunos no soportan esperar más de media hora en lo que sea, Del Toro tuvo la paciencia para desarrollar durante 14 años la producción que le daría su tercer Oscar y que se traducen en 34 guiones escritos y coescritos por él, más 12 películas que resultaron ser un no.
Por otro lado, Pinocho se convierte en un referente de la calidad de animación que tiene México y Latinoamérica, porque varias secuencias las realizaron animadores de Guadalajara y Brasil, por ejemplo, el grillo bailando en los créditos es trabajo de René Castillo, uno de los grandes animadores en el país.
Guillermo del Toro quiere que el talento de México cruce fronteras y sabe que en CMDX, Monterrey y Guadalajara, hay equipos extraordinarios de stop motion, que están preparados para hacer frente a cualquier proyecto de animación internacional.
Una brillante filmografía
La fascinante mente de Guillermo del Toro se muestra en una extensa, ecléctica y premiada filmografía: el cortometraje Geometría (1987); cinco capítulos del programa de terror La hora marcada (1988); su ópera prima, Cronos (1993), que lo llevó a las grandes ligas; Mimic (1997), su primera cinta de Hollywood; El espinazo del diablo (2001); El laberinto del fauno (2006); La cumbre escarlata (2015); y la ovacionada La forma del agua (2017).
Esta última le valió sus dos primeros Oscars a Mejor Película y Mejor Director en el año 2018. Por cierto, también jugó al publicista dirigiendo y protagonizando el inolvidable anuncio noventero «Si el malestar te transforma… toma Alka-Seltzer«.
A todo esto, ¿cuál es la clave de su éxito?
Narrador de historias
El éxito del director mexicano se puede condensar en lo siguiente: La trascendencia de Guillermo del Toro se debe a su labor como guionista de sus propias obras.
Guillermo del Toro es un narrador de historias místicas y auténticas, enlazadas a una inspiración de personajes que reflejan su infancia y complicado entorno. «Todo lo que soy, en el sentido de la compulsión artística y de las historias que cuento, viene de mis primeros 11 años», explicó para la revista Gatopardo, en 2014.
Guillermo del Toro forma parte del grupo de guionistas-directores bautizados como «los tres amigos», junto a Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón. Estos directores encabezan la lista de los hispanos que están transformando la industria del entretenimiento en el mundo.
El secreto de la oscuridad
Los guiones de Guillermo del Toro están cubiertos de historias originales, apegadas a la cultura y contrastes de la sociedad en la que viven sus personajes. Se relatan con la libertad artística que sobrepasa los límites que conocemos en los medios tradicionales. La idiosincrasia de sus historias ha trascendido nuestro país e idioma, cautivando audiencias en todo el globo:
«Desde niño he sido fiel a mis monstruos. Me han salvado y absuelto, porque creo que los monstruos son los santos patronos de nuestras imperfecciones y nos permiten la posibilidad de fallar y seguir adelante».
El «bonachón» de Del Toro no es sólo un gran narrador y productor de historias originales, sino también es un excelente adaptador. Escribió los guiones de la exitosa trilogía de El Hobbit, basada en la novela de J. R. R. Tolkien que dirigió Peter Jackson.
Asimismo, su oscuridad ya conquistó al rey del streaming Netflix, escribiendo los guiones de Trollhunters (2016) y la adaptación de The Strain (2014), una serie de televisión basada en la novela homónima escrita por él mismo y Chuck Hogan.
Lo que viene de Guillermo del Toro
Del Toro no descansa y entre los guiones que ya termino se encuentran la secuela original de Pacific Rim, su versión personal de La bella y la bestia, El conde de Montecristo y La Liga de la Justicia Oscura, además se encuentra escribiendo una ambiciosa adaptación del clásico de H.P. Lovecraft, En las montañas de la locura.
Para concluir, Guillermo del Toro nos ha dicho cuál es otra de sus claves: «la mexicanidad es importantísima, lo inevitable es ser mexicano y viene de mi cabeza, mi tripa y de mis cojones mexicanos que me sirven de inspiración para mis películas».
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