Autor UIC

Escrito por: Rodrigo Palacios
Servicio social NotiUIC
agosto 14, 2020

El jueves 13 de agosto se llevó acabo el webinar “Detección de trastornos en el desarrollo psicosexual infantil”, organizado por los posgrados en Psicoanálisis e impartido por la doctora Luz García López de Pascoe, quien cuenta con un doctorado en filosofía y es miembro y presidente de la asociación Sigmund Freud.

Durante el webinar, la experta señaló, entre otras cosas, que el desarrollo psicosexual tiene sus orígenes desde que somos bebés. Para ser más precisos, desde el momento en el que la mamá introduce su pezón para alimentar al recién nacido, al cual Freud denominaba como un momento irracional.

Sin embargo, el desarrollo psicosexual puede verse diezmado o afectado si no hay una capacidad de prever una consistencia o problemáticas más complejas como que el papá o la persona que lo cuida tenga problemas de alcoholismo, adicciones u otros.

En la fase anal, el niño aprende que tiene esfínteres, aprende a expeler y es uno de los momentos más disfrutables y que le provocan placer. Esta etapa se origina a los dos años, en donde ya no sólo gatea, sino que aprende a caminar; pero lo más importante de esta etapa es que ya aprendió a decir ¡no!

Otro aspecto fundamental, es el aprendizaje a administrar. Lo primero que se aprende es en el ano y en la uretra. En la fase anal, se desarrollan destrezas extraordinarias para tener una vida llena de éxitos. Por tal motivo, papá o mamá se encuentran constantemente acompañando en el proceso de administración y de desalojamiento.

Algo fascinante que descubrió Freud fue la fase fálica en la que el menor descubre su sexualidad, aprende y entiende que tiene genitales, y sus diferencias. En esta fase el niño se comienza a preguntar quién determina y decide que es lo que no o es posible hacer.

La masturbación inicia desde los 2- 3 años y se denomina de la genitalidad.

Estas fases son muy delicadas y, si se ven interrumpidas por cualquier motivo, se desarrollan fracturas psicosexuales en su desarrollo. El niño construye sus respuestas de acuerdo con su propio lenguaje y no sabe cómo reaccionar ante los abusos; por ende, no los denuncian. Dependiendo de la fase en la que se dé el abuso, las consecuencias serán muy diversas y profundas. En la oral y la anal es algo traumático porque no se cuenta con lenguaje; pero, cuando se da en las últimas etapas, el menor lo adopta y se hace responsable de sus actos. Por eso es muy importante tener una escucha materna muy sensible y generosa, todos los niños tienen el derecho al éxito, a ser felices y a sentirse seguros. Nadie tiene por qué sentirse resquebrajado ni ultrajado. Siempre hay que permanecer con la víctima, hacerla sentir segura y hablar con la víctima bajo un entorno seguro.

Los síntomas de un niño que ha sufrido abuso son: un niño iracundo, no administra sus berrinches, le cuesta trabajo poner atención en la tarea, la violencia de un juego la vive como la gota que derramó el vaso y no cuenta con amigos.

Finalmente, la doctora comentó que la UIC cuenta con una herramienta para detectar casos o posibles casos de abuso, a través de elaboración de cuentos para que el niño exponga sus miedos, preocupaciones, abuso, la sensación de soledad. Es una herramienta proyectiva, muy amigable y está pensada para personas analfabetas, que no leen ni escribir. Es una herramienta muy noble.

 

 

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