Las ciencias del comportamiento ofrecen herramientas clave para comprender la recaída al consumo de alcohol, uno de los mayores retos en el tratamiento de las adicciones.
Recordemos que el alcohol es una de las sustancias más consumidas en el mundo y una de las que más daños provoca a la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (2024), más de la mitad de la población adulta ha bebido alcohol en el último año y cerca del 13 por ciento (%) lo hace de manera riesgosa o nociva.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2022) señala que el 55.5 % de los adultos consume alcohol y casi una quinta parte reporta episodios de consumo excesivo. Aunque se trata de una sustancia legal y socialmente aceptada, su uso está asociado con enfermedades crónicas, accidentes y problemas sociales que afectan gravemente la salud pública.
Las ciencias del comportamiento ante la recaída al consumo de alcohol
Las ciencias del comportamiento buscan entender por qué las personas pueden volver a consumir alcohol tras un periodo de abstinencia. La recaída no es un “fracaso” de voluntad, sino el resultado de procesos de aprendizaje y refuerzo que moldean la conducta.
Por medio de modelos experimentales, los investigadores han reproducido en laboratorio cómo ciertos estímulos o condiciones provocan la reaparición de conductas previamente aprendidas, fenómeno conocido como recurrencia conductual. Uno de los modelos más relevantes para comprender la recaída es el del resurgimiento (Lattal y Wacker, 2015).
El fenómeno del resurgimiento y su relación con la recaída
El resurgimiento es un fenómeno conductual que consiste en la reaparición de una respuesta extinguida cuando deja de obtenerse refuerzo por una conducta alternativa que la había reemplazado (Lattal et al., 2017).
En otras palabras, cuando una persona sustituye el consumo de alcohol por actividades saludables (como hacer ejercicio o socializar), puede mantener la abstinencia mientras esas nuevas conductas le resulten satisfactorias.
Sin embargo, si esas fuentes de refuerzo disminuyen o desaparecen (por pérdida de motivación o apoyo social), las viejas conductas de consumo pueden resurgir. Este proceso muestra que las recaídas son respuestas naturales al cambio de condiciones ambientales o emocionales, no necesariamente un signo de debilidad.
Evidencia experimental sobre el resurgimiento del consumo
Diversos estudios han explorado este fenómeno. Podlesnik y colaboradores (2006) demostraron en un experimento con ratas que, tras aprender a presionar una palanca para autoadministrarse alcohol y luego sustituir esa conducta por otra reforzada con comida, las ratas volvieron a presionar la palanca asociada al alcohol cuando la comida dejó de estar disponible.
De manera similar, Craig y su equipo (2024) observaron que, incluso cuando la abstinencia se mantenía mediante recompensas no relacionadas con el alcohol, la desaparición de éstas provocaba la reaparición del comportamiento de búsqueda de la sustancia.
Dichos hallazgos refuerzan la idea de que la recaída al consumo de alcohol puede explicarse desde los principios del aprendizaje; sobre todo, cuando desaparecen los reforzadores que mantienen las conductas saludables.
Aplicaciones clínicas del estudio del resurgimiento
Comprender el resurgimiento permite desarrollar tratamientos más eficaces y duraderos.
Los programas terapéuticos basados en las ciencias del comportamiento pueden enfocarse en lo siguiente:
- Mantener reforzadores estables para conductas saludables.
- Introducir variedad de recompensas que sostengan la motivación.
- Diseñar ambientes que reduzcan los disparadores del consumo.
Así, las recaídas dejan de verse como fallas personales y se entienden como procesos naturales de reaprendizaje, lo que humaniza la atención y fortalece el enfoque preventivo.
Relevancia del enfoque conductual en la prevención de recaída al alcohol
El estudio del resurgimiento nos recuerda que lo aprendido nunca desaparece del todo, y puede resurgir cuando cambian las condiciones del entorno. Comprender esto es fundamental para diseñar intervenciones que mantengan la abstinencia mediante reforzadores consistentes y entornos saludables.
Así, la aplicación de las ciencias del comportamiento en el tratamiento de adicciones contribuye a reducir la recaída al consumo de alcohol y a mejorar la comprensión de la conducta humana y el diseño de programas preventivos más efectivos.
La Universidad Intercontinental forma psicólogos con una sólida base científica y ética, capaces de aplicar los principios del análisis de la conducta en el tratamiento y prevención de las adicciones.
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Para saber más
Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica
Postdoctorado en Psicoanálisis Contemporáneo
Clínica Universitaria de Psicoterapia Psicoanalítica e Intervención Educativa, CUPPIE
Craig, A., Browning, K., Nall, R., Marshall, C. y Shahan, T. (2017). Resurgence and Alternative-Reinforcer Magnitude. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 107 (2), 218-233.
——, Agnew, C., Derrenbacker, K., Antúnez, B., Sullivan, W., Smith, S. y Roane, H. (2024). Resurgence of ethanol seeking following voluntary abstinence produced by nondrug differential reinforcement of other behavior. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 121 (3), 314-326.
Instituto Nacional de Salud Pública (2022). Patrones de consumo de alcohol en adolescentes y adultos mexicanos: Ensanut Continua 2022. Salud Pública de México, 65, s75-s83.
Lattal, K., Cançado, C., Cook, J., Kincaid, S., Nighbor, T. y Oliver, A. (2017). On defining resurgence. Behavioural Processes, 141, 85-91.
Lattal, K. y Wacker, D. (2015). Some dimensions of recurrent operant behavior. Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 41 (2), 1-13.
Podlesnik, C., Jimenez-Gomez, C. y Shahan, T. (2006). Resurgence of alcohol seeking produced by discontinuing non-drug reinforcement as an animal model of drug relapse. Behavioural Pharmacology, 17 (4), 369–374.
World Health Organization (2024). Global status report on alcohol and health and treatment of substance use disorders. World Health Organization.

