Ciencias Sociales

Escrito por: María Teresa Limón García
Docente de la Licenciatura en Diseño Gráfico
marzo 4, 2022

Diseñar y producir una pieza de uso común como los billetes en México es un proceso apasionante. Se trata de una pieza que, además de su valor monetario, debe cumplir una serie de requisitos.  En primer lugar, se debe facilitar su identificación en contextos por demás heterogéneos. También han de estar elaborados con materiales que les confieran durabilidad y que cuenten con los elementos necesarios para evitar su falsificación.

Los orígenes en nuestro país

Los billetes en México comenzaron a utilizarse a principios del siglo XIX. La primera emisión oficial de papel moneda fue en 1822, bajo el gobierno de Agustín de Iturbide. Estaban impresos a una sola cara y eran de forma semicuadrada. Durante casi un siglo, el uso de los billetes tuvo grandes altibajos y no gozó de la aprobación de muchos mexicanos. No los aceptaron como moneda de cambio, debido principalmente a la situación social y política que tuvo lugar en ese periodo de nuestra historia.

El Banco de México

En 1925, el Banco de México (Banxico) inició funciones y se constituyó como la única institución con facultades para emitir billete y acuñar monedas. Los primeros billetes en México fueron impresos por la American Bank Note Company, de Nueva York. No fue sino hasta 1969, cuando comenzaron a producirse en el país con la inauguración de la Fábrica de Billetes del Banco de México.

Contaba con la tecnología más avanzada de la época y le dio un giro al diseño que prevaleció hasta ese momento. La primera serie de billetes de fabricación nacional fue conocida como la familia A. Contaba con las siguientes denominaciones: 5, 10, 20, 50, 100, 500, mil, dos mil, cinco mil, diez mil, veinte mil, cincuenta mil y cien mil pesos.

La renovación de los billetes en México

De acuerdo con información del Banco de México, las familias de billetes se renuevan constantemente por tres razones principales.

La primera es mantener la seguridad de los billetes al incluir elementos de seguridad que previenen su falsificación. La segunda busca integrar innovaciones tecnológicas en su diseño para satisfacer las necesidades de usuarios con capacidades distintas, principalmente debilidad visual y ceguera. La tercera es para prolongar su vida útil, pues hay que reemplazar aquellos que presentan un deterioro severo debido a su uso.

¿Qué hay detrás del diseño de los billetes en México?

Más allá del aspecto estético, cada uno de los elementos que conforman un billete cumple una función específica. En el caso de los billetes en México, la Junta de Gobierno de Banxico define a los personajes históricos que aparecerán en cada billete. Una vez que esto sucede, un equipo de diseñadores se tiene que dar a la tarea de hacer una investigación. Tiene que estudiarse al personaje y también el contexto que lo rodea para poder generar la propuesta gráfica.

Esta tarea incluye la revisión de acervos bibliográficos, hemerográficos y fotográficos. También implica visitas a museos y a distintos estados de la república mexicana, así como entrevistas con expertos. Este proceso puede llevar desde seis meses hasta un año. Así lo refiere Alejandro Alegre, director general de Emisión de Banxico, en una entrevista para el periódico El País.

El diseño de nuestros billetes

El proceso de diseño es complejo, pues necesita de la investigación exhaustiva que se realiza de forma previa. Además, se requiere el trabajo en equipo para incorporar en la composición gráfica elementos que eviten falsificaciones. Para ello, cada billete cuenta con entre 8 y 10 elementos de seguridad.

La gama de colores y los distintos tamaños de los billetes son una forma de diferenciarlos, por lo que no se determinan al azar. Por el contrario, se hace en función de la gran variedad de usuarios, principalmente aquellas personas con discapacidades visuales.  Por ejemplo, para el daltonismo en el caso del color y para débiles visuales o con ceguera en el caso del tamaño.

Características de nuestro papel moneda

El billete más pequeño, que corresponde a la denominación de 20 pesos, tiene una longitud de 120 milímetros. Esta medida se incrementa en 7 milímetros en cada denominación subsecuente hasta llegar a los 155 milímetros, que corresponden al billete de mil pesos. De esta forma, es más sencillo identificarlos y diferenciarlos.

En cuanto a los materiales para su impresión, el papel moneda de más uso está hecho de polímero. Así sucede en el caso de los billetes de 20 y 50 pesos. Para las demás denominaciones se utiliza papel de algodón. Utilizar polímero, aun cuando es más costoso, tiene un beneficio. Su vida útil es mayor y al emplearse en los de más circulación se evita el tener que reemplazarlos de manera constante.

Reconocimiento a escala global  

México es un país que ha logrado el reconocimiento a nivel mundial por el diseño de sus billetes. En abril de 2021, la International Bank Note Society entregó al Banco de México la distinción “Billete bancario del año”. El motivo fue la emisión del billete de 100 pesos, que comenzó a circular en noviembre de 2020.

El diseño gráfico y el papel moneda

El diseño gráfico es una profesión de carácter transdisciplinario que crece, evoluciona y se transforma al ritmo de la sociedad en la que vive. La tecnología y la investigación son poderosas herramientas que dan solidez a la práctica profesional de los diseñadores.

A la par, permiten establecer vínculos para la realización de proyectos en los que la intervención de otras industrias y áreas de conocimiento son indispensables. Así, es posible lograr piezas funcionales, incluyentes, estéticas y con altos estándares de seguridad como el caso de la fabricación del papel moneda.

María Teresa Limón García también es autora de “Natural Colour System”: un sistema de color basado en la percepción visual”, Bitácora UIC, Universidad Intercontinental, 21 de abril de 2018.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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