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Escrito por: C´cañak Weingartshofer Coronado
Docente de Comunicación Digital
marzo 6, 2020

Vivimos en una era donde todo tiene fechas de caducidad u obsolescencia programada; simplemente, la vida, pues sabemos que nacemos para morir. Y algún día nuestros padres dejarán de ser nuestros guías, porque partirán y así como ellos, nosotros.

Esto nos lleva a pensar en la finitud de las cosas y de las personas, pero, ¿Por qué crear algo programado para fallar? Es decir, con el objetivo de que sea obsoleto a corto plazo o falle en determinado tiempo. Es lo que analizaremos a continuación.

¿Qué es la obsolescencia programada? 

La caducidad u Obsolescencia programada según la Real Academia de la lengua española, es algo: “anticuado o inadecuado a las circunstancias, modas o necesidades actuales. [1]

No vamos a poder cambiar esto por más vueltas que le demos, pues es algo con lo que nos tocó vivir. Pero a lo que los convido es a lo que la vida nos da.

La vida en la era digital 

Dentro de la universidad hay gente que nos dedicamos a actividades simultáneamente y dependemos de aparatos tecnológicos para llevarlas a cabo, pero ¿Hasta dónde somos conscientes de la finitud de la funcionalidad de dichos aparatos? ¿O cómo sabemos que esos dispositivos van a cumplir con su cometido? De no ser así, ¿cómo podemos afrontar esto a lo que podríamos llamar un problema?

Podemos resolverlo, como cuando debemos preparar el desayuno y la nevera está vacía: usando la creatividad.

La creatividad, un recurso 

Por muy loco que parezca, la creatividad es lo que mediara el camino a trabas u obsolescencias programadas que pudieran suceder como:

  • Falta de equipo de tecnología de punta.
  • Fallas en los dispositivos.
  • Menor duración de los aparatos, entre otros casos.

En cualquiera de las situaciones, debemos ser seres creativos y tener la posibilidad de jugar al rey midas transformando nuestro entorno.

Va otra vez, no dejemos que estas cosas nos frenen. Nuestro valor como seres humanos y como profesionales no debe estar basado en lo hábiles que somos con tal o cual herramienta. Quizá, al final de las carreras es probable que muchas de las cosas que hoy usamos como lo “último” en moda o tecnología ya no exista. O incluso se transforme en algo viejo.

Sin fechas de caducidad 

Lo que nunca tendrá fecha de caducidad es la pasión, la razón y la creatividad aplicada a cualquier situación o labor que realicemos:

  • Si quieres hacer un corto, y tienes en tu mano un celular, una Tablet o alguna cámara úsala con la misma creatividad. Cuenta una gran historia.
  • Si quieres convencer a un cliente para ganar una cuenta y se va la luz en plena presentación habla de su producto con pasión y creatividad. Esto logrará una conexión y la cuenta te llegará casi de manera natural.

Viajemos ligeros, pensemos más, amemos más, conozcamos los entornos en los que nos movemos y las personas con las que tratamos. Esos serán los elementos más poderosos para seguir vigentes y sin obsolescencia programada o caducidades forzadas.

Ser creativo y apasionado nos llevará más lejos incluso, que si tomamos un transporte donde el camino será obsoleto.

Para saber más:

Licenciatura en Comunicación Digital, Filosofía, Universidad Intercontinental.

[1] Diccionario de la Real Academia Española, RAE, 2020.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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